Melilla ha cerrado 2017 sin víctimas mortales y con un incremento del 14,7% en las denuncias de violencia machista, que pasan de 204 a 234, según ha informado Mª Teresa Fernandez, jefa de la Unidad de Coordinación de Violencia sobre la Mujer de Delegación del Gobierno. Ha añadido que el 58,54% de las víctimas eran de nacionalidad española, frente al 38,46% de mujeres marroquíes, y que los agresores eran en un 73,93% nacionales y 22,64% marroquíes. En rueda de prensa, Mª Teresa Fernández, ha detallado que en 2017 se han presentado 234 denuncias por violencia de género en Melilla, 30 más que 2016 (+14,7%), que se dictaron 133 órdenes de alejamiento, que 162 eran mujeres con hijos, que 119 presentaron parte de lesiones y que 183 requirieron asistencia jurídica.
Otros datos
Además de indicar que la Policía Local ha protegido a 23 mujeres con orden de alejamiento y el resto la Policía Nacional, dijo que en comparación a 2012, el número de denuncias ha pasado de 153 a 234, que las órdenes de protección han crecido un 12% y que el descenso en un 11% en la asistencia médica se debe a que prolifera el maltrato psicológico y "disminuyen los partes de lesiones".
Ha añadido que el 58,54% de las víctimas eran de nacionalidad española, frente al 38,46% de mujeres marroquíes, y que los agresores eran en un 73,93% nacionales y 22,64% marroquíes. Asimismo, que la mayoría de las víctimas tenían entre 21 y 40 años, frente a los maltratadores que amplían la horquilla de los 21 hasta los 50 años.
Sobre la valoración de riesgo ha expuso Mª Teresa Fernandez que 7 mujeres han sido clasificadas de riesgo extremo, 21 de riesgo alto, 44 de riesgo medio, 72 de riesgo bajo y 90 con riesgo no apreciado; al tiempo que ha indicado que en los pisos de acogida de Cruz Roja y Mujeres en Igualdad se han atendido a 25 mujeres y 8 menores.
Mucho por hacer
Ha reconocido la jefa de la Unidad de Coordinación de Violencia sobre la Mujer de Delegación del Gobierno que "queda mucho por hacer especialmente en los campos de la sensibilización, prevención y educación para acabar con la violencia de género desde los primeros síntomas" y señala que el camino está en la "educación en igualdad y en libertad".
Por ese motivo en el último año ha ofrecido charlas en los centros docentes, ha participado en programas de radio y televisión "insistiendo en la importancia que tiene la información y la formación en temas de violencia de género para conseguir una concienciación de la sociedad". A todo ello contribuyen también las campañas de sensibilización organizadas por el Ejecutivo central, en especial las del pasado año, entre la que se encontraba una especialmente dirigida a los jóvenes, y la centrada en la lucha contra la prostitución.
También ha manifestado que tres han sido los grandes objetivos marcados en 2017 en la Unidad de Coordinación que dirige como son los de "dignificar la figura de la mujer que sufre violencia de género, coordinar las actuaciones que realicen las entidades que trabajan con este colectivo y optimizar los recursos".
Mª Teresa Fernández ha querido transmitir el mensaje positivo de que el número de mujeres que logra salir de la violencia de género ha crecido y que se ha pasado del 72% en 2011 al 77,6% de 2015.
Datos nacionales
En cuanto a datos nacionales, ha detallado que en 2017 se registraron 49 víctimas mortales, que sólo de ellas 11 había denunciado, que el 65% eran españolas, que 30 de las víctimas vivían con sus agresores, que éste ha sido el año en el que más menores (8 niños) han muerto a manos de su padre o ex pareja de la madre, y que desde 2003 han fallecido en España 923 mujeres, 5 en Melilla. El mayor número de muertes en 2017 se han dado en las comunidades de Madrid y Murcia.
Apuntó también, en relación a la figura del suicido del agresor, que el 53% de los autores no tuvo intención de quitarse la vida y que sólo 13 lo consumaron. Lo que sí constatan los expertos es que lo que mueve a los agresores a matar a sus ex parejas es que "querían acabar con ellas de la forma que fuese". Asimismo se dan casos de tentativas de suicido que en realidad son "un paripé", un recurso que usar después en el juicio para alegar locura transitoria.
