La Fiscalía pide 22 meses de prisión para un hombre acusado por su exmujer de quebrantar la orden de alejamiento que le había sido impuesta el pasado octubre. Según la denunciante, el hombre trató de llevarse en el coche a uno de los hijos que tienen en común el pasado día 3 de febrero y supuestamente tuvo otro encontronazo con ella el día 8 de febrero. Tanto el acusado como su pareja actual, quien acudió en calidad de testigo, niegan los hechos y afirman que se trata de denuncias falsas motivadas por una venganza de la denunciante a raíz de un incumplimiento parcial del pago de la pensión alimenticia que el acusado está obligado a “pasar” a su exmujer. Según la descripción de los hechos realizada por el Ministerio Fiscal y apoyada por la acusación particular que se presentó en nombre de la denunciante, exmujer del acusado, sobre el que pesa una orden de alejamiento desde octubre de 2017, los días 3 y 8 de este mismo febrero, sobre las diez y media de la noche en ambas ocasiones, el acusado se acercó a la denunciante, incumpliendo la orden de alejamiento.
El primero de los dos quebrantamientos denunciados, según relató la propia perjudicada ante el juez, ocurrió a las diez y media de la noche del sábado 3 de febrero. Dos de los cuatro hijos de la denunciante, una niña y un niño de 8 y 10 años respectivamente, se encontraban en la calle Castelar, jugando en la puerta de la casa familiar, cuando la niña entró llorando en la casa diciendo que su padre estaba tratando de meter al hijo mayor en el coche.
Según su versión, la denunciante salió del domicilio rápidamente y vio cómo el acusado, acompañado en su coche de su pareja actual y el hijo de ésta, “sujetaba el brazo” y trataba de meter al crío por la ventanilla. La denunciante, gritando e insultando, ahuyentó a su exmarido, que supuestamente soltó al niño y se alejó “acelerando, corriendo” del lugar.
Segundo quebrantamiento
La mujer, que no presentó denuncia hasta el día 12 de febrero porque está “sola, al cuidado de cuatro niños” y no tenía a nadie que se pudiera hacer cargo de ellos, incluyó en la denuncia presentada ante la Policía Nacional un segundo quebrantamiento de la orden de alejamiento, ocurrido el día 8 de febrero a la misma hora de la noche.
Denuncia falsa
Según lo manifestado por el acusado y su pareja actual, quien acudió en calidad de testigo, ambas denuncias son falsas y son una represalia de su exmujer por un incumplimiento por su parte en el pago de la pensión alimenticia de los niños (abonó 120 euros en lugar de 200).
El día 3 de febrero, tanto el acusado como su pareja afirmaron haber estado comprando en Zara sobre las 20:30h. Al salir de allí, cuando circulaban en su vehículo a la altura de la calle Gran Capitán, afirman haber visto a la hija del acusado, de 8 años de edad, “cruzando la calle sola, descalza y llorando”, motivo por el cual siguieron “dando vueltas” con el coche para ver si la encontraban.
El día 8 de febrero, fecha del segundo supuesto quebrantamiento, el acusado afirmó haberse desplazado a Marruecos para ser tratado de un dolor de muelas, motivo por el que no cruzó el paso fronterizo en dirección a Melilla hasta pasadas las once de la noche.
Tanto la acusación particular como el Ministerio Fiscal consideraron probados los hechos, motivo por el que solicitaron para el acusado la imposición de una pena de 11 meses de prisión por cada quebrantamiento de condena, es decir, un total de 22 meses de prisión.
La defensa pidió la libre absolución argumentando falta de pruebas y afirmando que, de haber habido un encontronazo en la calle Castelar, éste podría haber sido fortuito dado que la denunciante no se encuentra empadronada allí, sino en el rastro. Además, sostuvo que las denuncias eran una mera represalia por parte de la denunciante.
