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Carta del Editor

Vamos camino de la servidumbre, como auguraba Hayek

El personaje más citado, junto a Donald Trump, en el libro "Fuego y furia" del que hablé la semana pasada, es Steve Bannon, al que muchos estadounidenses, empezando por el mismo Bannon, consideran el verdadero líder del movimiento nacionalpopulista que colocó a Trump en la presidencia de EEUU. Bannon, ahora ya fuera de la Casa Blanca, está centrado en presentar sus candidatos republicanos a las primarias al Congreso de 2018 y, a su manera, ha anunciado a la gente que él se va a presentar a la presidencia de Estados Unidos en 2020, porque "Trump, en opinión de Bannon, es un capítulo, e incluso un rodeo, que habían dado en la revolución Trump, que siempre había consistido en aprovechar los puntos débiles de los dos grandes partidos, de manera que la presidencia de Trump, durase lo que durase, había creado el hueco que proporcionaría su oportunidad a los verdaderos outsiders, los de fuera. Trump solo ha sido el comienzo". El personaje más citado, junto a Donald Trump, en el libro "Fuego y furia" del que hablé la semana pasada, es Steve Bannon, al que muchos estadounidenses, empezando por el mismo Bannon, consideran el verdadero líder del movimiento nacionalpopulista que colocó a Trump en la presidencia de EEUU. Bannon, ahora ya fuera de la Casa Blanca, está centrado en presentar sus candidatos republicanos a las primarias al Congreso de 2018 y, a su manera, ha anunciado a la gente que él se va a presentar a la presidencia de Estados Unidos en 2020, porque "Trump, en opinión de Bannon, es un capítulo, e incluso un rodeo, que habían dado en la revolución Trump, que siempre había consistido en aprovechar los puntos débiles de los dos grandes partidos, de manera que la presidencia de Trump, durase lo que durase, había creado el hueco que proporcionaría su oportunidad a los verdaderos outsiders, los de fuera. Trump solo ha sido el comienzo". Traslademos eso a España primero y a Melilla después, e intentemos sacar conclusiones sobre el aprovechamiento de los puntos débiles de los dos grandes partidos y la rebelión de los pigmaliones -en el sentido de creación, desde la nada, de un personaje- que dio Bernard Shaw en su novela al mito chipriota, como Bannon ha hecho de Trump o yo de algún presidente melillense. Es muy interesante y muy importante.

El nacionalpopulismo está en auge, aprovechando el hartazgo de gran parte de los ciudadanos por el creciente intrusismo político y el desgaste de los grandes partidos tradicionales. Pero no hay que olvidar lo que ya mostró Adam Smith en su inmenso libro "La riqueza de las naciones", en el que analizó cómo el capitalismo, sin proponérselo, socava el nacionalismo, moviéndose fuera de las fronteras nacionales cuando no encuentra en el país propio inversiones provechosas, concluyéndose que el capitalismo es el enemigo natural del nacionalismo. En Melilla, para desarrollarnos, debemos crecer apoyando y siendo apoyados comercialmente por Marruecos. No debemos aislarnos ni debemos soportar eternamente que, como única solución política, tengamos que recurrir a una elección desesperada, al hecho de votar no por lo bueno, sino por lo menos malo, o al dinero que nos pueda mandar Madrid. La actual insoportable situación de nuestras fronteras con Marruecos, cercena cualquier desarrollo nuestro y de ellos.

También demostró Adam Smith que el comerciante es el verdadero pionero del progreso, la fuente principal de la riqueza, mientras que el intervencionismo estatal (y provincial, y el de la Ciudad Autónoma de Melilla) al frustrar el desarrollo de la libre competencia y por su propia naturaleza tendente al inmovilismo, es una receta infalible para el fracaso económico, del que Melilla y lo que está pasando con sus "comerciantes" es un lamentable ejemplo.

Para buen ejemplo, en vez de malo, lo de Tabarnia. El pasado domingo hubo manifestación en Barcelona. La broma genial ya no es solo broma, es el esperpento irónico que ridiculiza el esperpento nacionalista catalán, "el mayor mal presente en nuestra España", como decía Ortega y Gasset en su famoso libro "La España invertebrada", una pasión negativa, una perniciosa afirmación y defensa de lo propio contra, en contra de, lo foráneo, como si lo nacional constituyera de por sí un valor, algo superior, idea que es fuente de racismo, de discriminación y de cerrazón intelectual.

Para mal ejemplo, lo que esta pasando con los comerciantes en Melilla, que lidian con un gobierno local descentrado. El gran Friedrich von Hayek publicó el más influyente de sus libros, "Camino de servidumbre" en 1944 y se lo dedicó -con brillante ironía- " a los socialistas de todos los partidos, es decir, a aquellos que, creyéndose adversarios de los socialistas, aceptan una política intervencionista que, a la corta o a la larga, destruirá la democracia". El ejemplo de un comerciante local ofreciendo unos terrenos cerca de la frontera de Fahana y una alternativa para intentar poner urgente orden en el actual caótico paso de vehículos, ofreciendo eso sin solicitar dinero alguno a la CAM, ha recibido, hasta ahora, la habitual retahíla de pegas y obstáculos, o sea, nada. La habitual situación de un gobierno de centro-derecha, liberal, defensor de la libertad que actúa como un gobierno intervencionista, socialista, retrógrado, se manifiesta una vez más. Y así, como venimos diciendo desde hace años y con el añadido de una Justicia local algunos de cuyos miembros consideran lícito que se emplee la oprobiosa "reseña" a algunos de lo que ni siquiera están detenidos y a otros no. Así, sin verdadera libertad económica, sin la suficiente seguridad jurídica, con el excesivo peso de lo público, Melilla no podrá sobrevivir.

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Enrique Bohórquez López-Dóriga

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