El partido Equo reivindica un cambio en la gestión del agua en la Ciudad Autónoma de Melilla ya que señalan que “la actual política es ineficaz, insostenible y costosa, basada como todas las políticas del PP de Melilla, en la política de grandes obras, grandes inversiones pero nula gestión”. Equo explica que el anuncio de un “nuevo módulo para la desalinizadora no mejorará el abastecimiento de agua, ni su calidad, pero sí puede que el precio del agua suba para los melillenses”. Además, recuerdan que “Europa obliga a pagar a los ciudadanos por los recursos naturales que consuman, en este caso el agua”.
Desalinización del agua
“La desalinización de agua de mar es el tipo de abastecimiento más caro que existe, ya que al fin y al cabo es cambiar petróleo por agua, que es lo que utilizamos para generar electricidad en nuestra ciudad, electricidad desde la planta Endesa, siendo el foco contaminante del aire más importante que tenemos”, indican.
Equo cuestiona cómo en “una ciudad de 80.000 habitantes se puede consumir 30.000 metros cúbicos diarios de agua, correspondiendo a cada habitante 375 litros diarios por persona/día, sin embargo los datos oficiales son de 140 litros persona/día”.
“No sabemos dónde va a parar esa diferencia de agua, que salvando las inevitables pérdidas de la red o los consumos urbanos, es demasiada diferencia, ya que en Melilla no hay un consumo agrícola, turístico o industrial”, explica el partido.
Equo cree que hay “consumos ocultos como los que se pueden estar realizando en el campo de golf o el lago de la Granja Agrícola. Consumos que no son de recibo en un lugar como el norte de África con altos índices de evapotranspiración”.
Por otro lado, piensan que “los consumos de estas dos instalaciones vengan de las aguas depuradas, que si bien las acometidas desde la depuradora existen, observamos como los pozos cercanos a estas instalaciones están en funcionamiento”.
Melilla
“La actual política del agua no es más que una continuidad de la política del hormigón que nos ha llevado a esta crisis”, exponen. El partido dice que “una buena gestión del agua basada en el ahorro, la eficiencia, el control de fugas, el pago por tramos y la eliminación de usos no sostenibles, que obtenga agua de los acuíferos hasta su límite sostenible y se apoye en al agua desalinizada sería lo ideal para mantener un buen precio del agua sin más inversiones ni impactos sobre el medio ambiente”.
Además, señalan que dentro de la política del agua “debemos considerar también la conservación de los cauces fluviales, que por otro lado siguen la misma política del hormigón que el resto de políticas de la ciudad”.
Equo concluye expresando que “mientras en otros lugares de España se está volviendo a la renaturalización de los cauces, en Melilla adoptamos la vieja política de hormigonar el lecho fluvial”.
