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El plan refleja que afecta a 160 personas que viven en Melilla La Vieja debido al atraque de ferrys en el muelle de Ribera I

El puerto de Melilla encarga un mapa estratégico de ruido para reducir su impacto

Mapa de niveles sonoros, período día, tarde, noche en las zonas próximas al Puerto de Melilla

La Autoridad Portuaria de Melilla ha encargado un mapa estratégico de ruido para una mejor gestión y control de la contaminación acústica causada por la actividad portuaria sobre la población adyacente. El plan de acción publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) revela que esta contaminación acústica afecta a 160 personas que viven en el casco urbano de Melilla La Vieja de 86.000 habitantes que hay en toda la ciudad y el estudio demuestra que es debido al atraque de ferrys en el muelle Ribera I. La Autoridad Portuaria ha llevado a cabo la elaboración de un Mapa Estratégico de Ruido de la infraestructura portuaria, conforme a la metodología reconocida en la legislación estatal básica.

El origen de este estudio proviene de la detección, mediante ensayos in situ, de unos niveles de evaluación por encima de los objetivos de calidad acústica recomendados -especialmente para el período nocturno- en las zonas sensibles más afectadas, como consecuencia del funcionamiento de la actividad portuaria.

Análisis del ruido
El análisis anterior indica que el principal foco de ruido desde el punto de vista de la exposición de la población a la contaminación acústica es el atraque de ferrys en el muelle de Ribera I, el más cercano al casco urbano. Del resto de focos sonoros inventariados sólo el tráfico rodado o el ocio tienen cierta relevancia.

Por tanto, cualquier acción de mejora que deba ser valorada debería incidir en el foco sonoro de mayor relevancia, pues de lo contrario la actuación resultaría muy poco eficaz en cuanto a la contaminación acústica sufrida por la población. Cabe hacer notar que cualquier mejora en dicho foco haría aflorar la aportación parcial del resto de fuentes sonoras que en la situación actual tienen una contribución residual al nivel sonoro global.

Los resultados muestran una exposición al ruido relativamente leve (menos de 200 personas en total), ya que la huella sonora de la infraestructura portuaria alcanzaría a un limitado número de edificios habitados. Con las actuaciones del Puerto la posible afección sonora sólo afectaría al escasamente poblado barrio de Medina Sidonia -Melilla La Vieja. La mejora es especialmente patente durante el período nocturno y en términos de exposición sonora global, la población expuesta disminuiría en 145 personas (el 89% del total de la población afectada en la actualidad).

Conclusiones
El plan señala que la afección sonora de la instalación portuaria es relativamente baja sobre la población de la Ciudad Autónoma, ya que la distribución de la propia trama urbana supone la existencia de pocas áreas de sensibilidad acústica alta en las inmediaciones del puerto. Además, la mayor parte de las operaciones de mayor emisión sonora tienen lugar en zonas del interior del puerto alejadas de zonas habitadas.

No obstante, se han detectado algunas zonas habitadas con niveles moderados de contaminación acústica causados por una elevada influencia del atraque de ferrys de línea regular en el muelle Ribera I, que es el más cercano al núcleo urbano.

Las opciones de mejora pasarían por acciones encaminadas a disminuir la emisión sonora de la fuente más relevante o su tiempo de operación en períodos de mayor sensibilidad. En cualquier caso, dado el bajo número de personas afectadas estimado, las autoridades responsables podrían optar por definir una zona de servidumbre en la cual se dispensaría el cumplimiento de los Objetivos de Calidad Acústica.

¿Cómo afecta el ruido a la futura ampliación del Puerto?
Dentro de las acciones previstas en el proyecto de la futura ampliación del puerto estaría el traslado de ambas instalaciones hacia los nuevos terrenos ganados al mar, alejándolas de zonas habitadas y contribuyendo a la mejora ambiental – y específicamente sonora – del núcleo urbano. Al mismo tiempo, se liberará una cantidad de suelo significativa para aprovechamiento de la Ciudad Autónoma.

Por tanto, deberá realizarse una nueva evaluación estratégica del impacto sonoro del global puerto sobre la población, teniendo en cuenta el previsible incremento de tráfico portuario y los nuevos emisores industriales relocalizados, con el fin de diseñar los correspondientes Planes de Acción contra el Ruido. Independientemente, el traslado de las actividades industriales implicará la autorización particularizada de cada una de ellas. Puesto que la intervención administrativa de éstas daría comienzo a estas actividades les serán de aplicación los límites de inmisión sonora, evaluados en las zonas sensibles previsiblemente más afectadas.

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Lorena Japon

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