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El Cristo de la Paz se señorea en la siempre emotiva noche de Jueves Santo

Magnífico trono del Cristo de la Paz
(Autor: Guerrero)

El Cristo de la Paz, portado sobre un Gólgota de flores moradas y rosas rojas, cumplió ayer con su estación de penitencia en la sobrecogedora noche del Jueves Santo. La bajada de temperaturas provocada por las rachas de viento no mermó afluencia de público a esta salida procesional en la que la cofradía de la Soledad quiso homenajear a Manuel Jiménez, el que fuera capataz del trono del Cristo, poniéndole su nombre a uno de los varales. Un numerosísimo público arropó la estación de penitencia de la hermandad del centro. La salida del trono del Cristo de la Paz desde el lateral de la parroquia del Sagrado Corazón se desarrolló sin problemas y además arropado por un numerosísimo público congregado en las inmediaciones del Sagrado Corazón y la Avenida de Juan Carlos I.

Procesión
Los responsables de la Cofradía se reunieron en la Plaza Menéndez Pelayo, junto al trono, para homenajear a Manuel Jiménez, destacado cofrade, que con emoción descubrió la placa con su nombre que a partir de ahora llevará uno de los varales del Cristo. La hermosa talla reposa sobre una cruz confeccionada a comienzos de los años 80 del siglo pasado, con uno de los postes de la luz que comenzaban a retirarse en la ciudad y sustituirse por farolas.

La Melilla creyente estuvo con él, con el Cristo de la Paz en su trono dorado y sostenido en un monte Gólgota de claveles de color sangre de toro, apostando por el movimiento cofrade melillense y su Semana Santa. La devoción de los cofrades quedó de manifiesto por el hecho de que aunque con capacidad para 90 portadores, finalmente salió a la calle con 100 costaleros. El Cristo de la Paz, de la Cofradía de la Soledad, contó ayer con el respaldo y cariño de la Melilla cristiana y católica, que le arropó en su estación de penitencia. Las saetas también sembraron su camino, como la Banda de Cornetas y Tambores del Nazareno con las marchas preparadas para tan singular jornada. El olor a azahar e incienso animaron a los presentes a la oración y el recogimiento.

Una vez el trono entró en carrera oficial y se llegó a la tribuna de autoridades, el vicario episcopal, Roberto Rojo, le dedicó una pequeña oración en la que agradeció la entrega de Jesús para la salvación del mundo.

A paso lento, el majestuoso trono del Cristo sobre un Gólgota de flores moradas, inicia su camino de regreso a la casa hermandad, custodiado por el silencio de sus hombres de trono, y las volutas del incienso que acompaña al Rey de los Cielos. Detrás, la Banda que pone la nota musical relatando, con las piezas elegidas, que el Cristo de la Paz es una voz de esperanza y que todo está por venir. El trono parece perderse en la lejanía, más allá de la Avenida, para recogerse en la casa hermandad, en el mismo corazón de la parroquia arciprestal del Sagrado Corazón.

Cultura Melillense
El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, acudió al set de TeleMelilla donde dejó de manifiesto que seguirá apoyando la Semana Santa como lo ha hecho siempre, ya sea como responsable del Gobierno local como melillense anónimo, no sólo por su aspecto religioso, sino por lo que supone de patrimonio de todos los melillenses. Afirmó que está en nuestras manos tomar el legado de nuestros mayores para seguir apostando porque Melilla siga siendo "una ciudad abierta, plural, respetuosa, tolerante y solidaria". Considera "básico, que todos los que conformamos esta ciudad debemos sentir cada festividad como propia, lógicamente no con el mismo fervor, pero sí volcarse con el respeto y la solidaridad necesarios". Reconoció el esfuerzo que realizan las cofradías para sacar adelante sus estaciones de penitencia, a pesar de que "unos quince mil melillenses" han aprovechado estas fiestas para salir de la ciudad de vacaciones y señaló que a pesar del éxodo, "este año hay más gente en la calle, que el pasado año".
"Una vez acuñé el término de Cultura Melillense con el objetivo de que todos podamos sentir como propia las festividades de cada cultura melillense y presumamos de ellas, que es lo que nos llevará al respeto, la admiración y la solidaridad entre todos, en una ciudad de convivencia", manifestó.

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Jesús Andújar

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