Si comparamos los aumentos del resto de autonomías con el escueto 2% de Melilla, tenemos razones para decir que nos sabe a poco, por mucho que vengamos de un aumento del 15,13% del año pasado, que por otra parte, es bajo respecto a los incrementos que el Gobierno ha destinado a la mayor parte de las comunidades en 2018 Los Presupuestos Generales del Estado de 2018 ya están en el Congreso de los Diputados, listos para iniciar el trámite parlamentario previo a su votación. Unos Presupuestos que llegan medio año tarde, ya que deberían haber sido presentados a finales de septiembre, como dice la ley. Por eso, hay voces que apuntan que estos PGE empiezan con mal pie porque son inconstitucionales. El PP, que sustenta el Gobierno, alega que la situación política de Cataluña, cuya crisis estalló a finales del verano pasado, impidió hacer esta ardua tarea de diseñar los Presupuestos e intentar contentar a todos, un objetivo para el que se requieren demasiados malabarismos, habida cuenta de la falta de mayoría absoluta en la Cámara Baja.
En lo que respecta a Melilla, hemos conocido que la inversión regionalizada aumenta un 1,99% en comparación con los PGE de 2017, que ya fueron buenos para nuestra ciudad, que cosechó el mayor aumento de todo el país, con un 15,13% más respecto al ejercicio económico anterior. Partiendo de esa base, no se puede decir que ese incremento mínimo de apenas un dos por ciento sea un dato malo. Pero, ciertamente, sabe a poco, sobre todo si vemos lo que ocurre con otras comunidades. Por ejemplo, la inversión estatal del sector público reflejada en los PGE de 2018 sube en Castilla-La Mancha un 37,8%, mientras que en Cantabria lo hace un 36%, y en el País Vasco, casi un 32%. Estas tres regiones suben sus inversiones regionalizadas el doble que la media, pero hay otras donde el incremento es enorme, como Andalucía (27,70%), Extremadura (27,23%), Comunidad Valenciana (25,63%), Murcia (24,96%), Madrid (24,06%), Aragón (17,96%) y Cataluña (17,39%).
Si comparamos esos aumentos con el escueto 2% de Melilla, tenemos razones para decir que nos sabe a poco, como apuntábamos antes, por mucho que vengamos de un aumento del 15,13% del año pasado, que por otra parte, es bajo respecto a los incrementos que el Gobierno ha destinado a la mayor parte de las comunidades en 2018.
Como siempre, la valoración de estos datos depende del prisma con el que se miren y ahora dará comienzo la guerra de cifras entre los partidos políticos, que es la antesala natural del debate parlamentario de los PGE. No obstante, los ciudadanos deben tener muy presente que estos PGE podrían ser modificados tras debatir las enmiendas que los distintos grupos parlamentarios presentarán tanto en el Congreso como en el Senado, máxime en un escenario como el que nos encontramos, donde no hay mayorías y es necesario tratar de contentar a todo el mundo para lograr su respaldo. De momento parece complicado, porque el PNV no quiere respaldarlos debido a la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña y el PSOE ha anunciado su voto en contra. No salen las cuentas, como tampoco nos salen a los melillenses después de que nos vendieran que estos Presupuestos serían muy buenos para nuestra ciudad y ahora nos encontremos con este escaso 2% de subida en inversión territorializada, por mucho que digan que nos vamos a beneficiar, como el resto de España, de las mejoras sociales incluidas en este proyecto.
