Un hombre de nacionalidad marroquí fue detenido hace 4 años cuando intentaba acceder con su vehículo al barco de Armas con destino Motril portando entre su carga más de 500 camisetas falsificadas, principalmente del Real Madrid de Fútbol (marca perteneciente a Adidas). El acusado afirmó durante el juicio que en su momento no sabía que lo que transportaba era ilegal, si bien los agentes manifestaron totalmente lo contrario, “este señor sabía perfectamente lo que llevaba”. El Ministerio Fiscal interesó para el la imposición de una pena de prisión de dos años por un delito contra la propiedad industrial, mientras que su defensa pidió la libre absolución argumentando que los hechos no se ajustarían al delito, ya que sólo transportaba la mercancía. El 3 de septiembre de 2014, a las 7 de la mañana, el acusado se disponía a embarcar con su coche -y acompañado de su familia- en el buque de Armas en dirección Motril cuando la Guardia Civil le dio el alto en el control selectivo de acceso.
A raíz del registro, fue sorprendido llevando un total de 500 camisetas falsas del Real Madrid y otras 3 del Fútbol Club Barcelona.
El acusado, que necesitó de la asistencia del intérprete para prestar declaración, afirmó en todo momento desconocer que las camisetas eran falsificaciones, afirmando que un tercero le había propuesto en Marruecos hacer el porte de la mercancía hasta Murcia a cambio de 500 euros y el pago del billete del barco.
Esta tercera persona, según la versión, le habría asegurado que todo estaba correcto, motivo por el que el acusado declaró haberse limitado a “mirar entre la ropa” para asegurarse de que no le habían colado nada ilegal.
Los agentes de la Guardia Civil que lo descubrieron afirmaron que las camisetas estaban escondidas por todo el vehículo, llegando a encontrar incluso un paquete bajo la suegra del acusado; “Este señor sabía perfectamente lo que llevaba, puso muchas pegas durante el registro”.
La Fiscalía interesó para el acusado la imposición de una pena de 2 años de prisión por un delito contra la propiedad industrial, más el pago de las indemnizaciones reclamadas por Adidas -11.800 euros- y Nike -60 euros- al acusado.
La defensa puso en duda la memoria de los agentes y aclaró que el tipo penal solicitado por la Fiscalía no se ajusta a los hechos, toda vez que el acusado sólo transportaba la mercancía, “no estaba vendiéndola ni distribuyéndola”. En el caso de darse una condena, la defensa del acusado interesó la suspensión de la pena (dado que no hay antecedentes) y la aplicación de la pena mínima contemplada (6 meses) dada la existencia de un atenuante por dilación indebida (4 años de retraso).
