Los sindicatos apostaban por la neutralidad ante las las elecciones generales del 6 de junio de aquel año. De hecho, UGT y CCOO no pensaban dirigir el voto de sus afiliados hacia ningún partido político concreto, según manifestaron tanto a Alfredo Martínez como Obdulio Valdés, representantes en Melilla de ambas centrales.
El primero de los sindicalistas señaló que la información que había aparecido en "El mundo", sobre la aparición del voto para el PSOE por parte de algunos dirigentes ugetistas había creado cierta desconfianza en la organización, mientras que el segundo ponía de manifiesto la necesidad de que los trabajadores votaran a aquellas formaciones que mejor defendieran sus intereses. Los sindicatos apostaban por la neutralidad ante las las elecciones generales del 6 de junio de aquel año. De hecho, UGT y CCOO no pensaban dirigir el voto de sus afiliados hacia ningún partido político concreto, según manifestaron tanto a Alfredo Martínez como Obdulio Valdés, representantes en Melilla de ambas centrales.
El primero de los sindicalistas señaló que la información que había aparecido en "El mundo", sobre la aparición del voto para el PSOE por parte de algunos dirigentes ugetistas había creado cierta desconfianza en la organización, mientras que el segundo ponía de manifiesto la necesidad de que los trabajadores votaran a aquellas formaciones que mejor defendieran sus intereses.
