Que en Melilla haya tres ganaderías privadas, con una cuarta en camino, y dos de ellas ya hayan anunciado que traerán borregos de Marruecos para satisfacer una demanda que aquí existe por la Pascua del Sacrificio, debería poner fin a polémicas que a nada conducen, salvo a deteriorar nuestra convivencia con el Aid El Kebir, una fiesta importantísima para toda Melilla, como excusa Desde hace tres años, en Melilla tenemos esa sensación de déjà vu cada vez que se acerca la Pascua del Sacrificio. Aún quedan tres meses y medio para el Aid El Kebir, pero algunos ya están empezando a preparar el terreno de la polémica y el Pleno de Control que se celebró en la Asamblea el pasado lunes fue, probablemente, la antesala del debate que nos espera de aquí en adelante. El mismo que ya vivimos el año pasado y el anterior, desde que el brote de fiebre aftosa en el Magreb obligó a adoptar medidas que cerraron la frontera de Melilla a los borregos de Marruecos en 2016, y la abrieron con condiciones en 2017.
Por lo que hemos visto en el borrador del proyecto que ha elaborado el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, este 2018 será parecido al año pasado porque los requisitos para que se permita el paso de borregos desde Marruecos son los mismos. Sin embargo, este año, a diferencia del anterior, parece que las familias musulmanas que quieran cumplir la tradición con un cordero del país vecino podrán hacerlo sin tener que cruzar la frontera, como ocurrió en 2017, dando lugar a un éxodo el día de la celebración del Aid El Kebir que supuso un triste remate a tantas semanas de tensión. Podrán, si así lo desean, sacrificar un borrego de Marruecos en Melilla, algo que no ocurría desde hacía tres años, porque dos ganaderías de nuestra ciudad han mostrado su interés en importar borregos del país vecino, cumpliendo las condiciones que marca la orden ministerial.
La consejera de Presidencia y Salud Pública, Paz Velázquez, así lo anunció en el Pleno de Control y dijo que era una buena noticia. Realmente lo es, aunque a Coalición por Melilla no le guste la idea, como ya hizo ver en su turno de réplica, pidiendo que la Ciudad Autónoma habilitara una explotación ganadera temporal. Esta opción no tiene cabida si ya hay iniciativa privada que cubra esa demanda. Es más, la Ciudad Autónoma podría incluso incurrir en una ilegalidad por intromisión del sector público en una economía de libre mercado. ¿Se imagina alguien que la Ciudad Autónoma creara ahora una aerolínea para volar a Málaga, cuando ya hay dos compañías que cubren esa línea aérea? Cierto es que el transporte nada tiene nada que ver con el Aid El Kebir, pero la comparación da lugar a situaciones idénticas, con un excesivo protagonismo de lo público cuando lo que de verdad hay que intentar es que se desarrolle el campo privado si queremos que nuestra economía pueda dar pasos adelante sin estar permanentemente tutelada por la Ciudad Autónoma. Que en Melilla haya tres ganaderías privadas, con una cuarta en camino, y dos de ellas ya hayan anunciado que traerán borregos de Marruecos para satisfacer una demanda que aquí existe por la Pascua del Sacrificio, debería poner fin a polémicas que a nada conducen, salvo a deteriorar nuestra convivencia con el Aid El Kebir, una fiesta importantísima para toda Melilla, como excusa.
