En este nuevo duelo entre melillenses y castellonenses fueron los dos equipos los que se emplearon a fondo, sobre todo en defensa, y el partido tuvo que decidirse en la prórroga, tras llegarse al término del tiempo reglamentario con empate a 68. Al final, los azulones se impusieron por un ajustado 83-80, sumando así su segundo punto en una serie que se traslada el próximo viernes al Ciutat de Castelló. El Melilla Baloncesto y el TAU Castelló disputaban ayer el segundo encuentro de la eliminatoria de cuartos de final que les enfrenta, un duelo que nada tuvo que ver con el primero del pasado viernes, en el que los de Alejandro Alcoba vencían por un contundente 95-67.
En este nuevo duelo entre melillenses y castellonenses fueron los dos equipos los que se emplearon a fondo, sobre todo en defensa, y el partido tuvo que decidirse en la prórroga, tras llegarse al término del tiempo reglamentario con empate a 68. Al final, los azulones se impusieron por un ajustado 83-80, sumando así su segundo punto en una serie que se traslada el próximo viernes al Ciutat de Castelló.
Los de Alejandro Alcoba salían muy asentados en la cancha y con la dinámica con la que concluyó el primer envite. Un 5-0 de inicio y las sensaciones que mostraban los azulones en defensa hacían presagiar los mejor. De hecho, las diferencias fueron aumentando conforme avanzaba este primer cuarto, a la par que el acierto exterior (22-10). El TAU Castelló apretaba en defensa, mucho más agresivo, especialmente en la situaciones de dos contra uno en el poste bajo melillense. Esta circunstancia impidió al decano aumentar la diferencia, pero sí logró, al menos, irse por delante a la conclusión de los primeros diez minutos (25-17).
En el segundo acto, el Melilla Baloncesto no estuvo fino, con problemas en ataque ante la intensidad y la presión de los de Toni Ten. De este modo, los locales veían como la diferencia se iba reduciendo, primero con un Sabonis que aprovechaba su superioridad física en la zona y, posteriormente, con un Nkaloulou que estrechaba el electrónico (35-32), a falta de tres minutos para el descanso. Alcoba pidió un tiempo muerto, pero las ideas en su equipo seguían sin aparecer frente a un cuadro levantino que jugaba a favor de viento y que conseguía darle la vuelta al luminoso. Así, los castellonenses se marchaban a los vestuarios con tres puntos de ventaja (35-38).
El guion fue diferente en el tercer asalto, con un conjunto melillense impregnado por el espíritu combativo de su capitán, Pablo Almazán, y con Fran Guerra como principal referente en ataque. De esta forma, los azulones se colocaban de nuevo por delante al final de los terceros diez minutos (52-47).
El último cuarto no arrancaba de la mejor manera posible para los locales, ya que encajaban un parcial, culminado con un triple convertido por Aegir Steinarsson, de 0-9 (52-56). Espoleado por el público, el Melilla Baloncesto supo recomponerse con un lanzamiento de tres a tablero sobre el final de la posesión de Mamadou Samb (57-56), mediado este periodo. El partido se convirtió en una alternancia constante en el mando del encuentro. Con 68-68 en el luminoso, Juanjo García tuvo la opción para poner el 1-1 en la eliminatoria, pero erró el tiro y el choque se fue a la prórroga.
En el tiempo extra, el decano se encomendó a uno de sus pilares, Fran Guerra. El canario no defraudó y de sus manos llegaban los puntos para mantenerse arriba en el electrónico (76-73), con menos de tres minutos por jugarse. Los nervios hicieron acto de presencia con el fallo de varios tiros libres por parte de ambos equipos, pero Pablo Almazán no falló, anotando desde la línea de 4.60 metros y situando el 81-80 en el marcador.
Alfredo Ott fallaba en el siguiente ataque, el rebote fue para Edu Durán que anotaba a continuación dos tiros libres que certificaban la victoria del Melilla Baloncesto por 83-80, logrando así el segundo punto de la eliminatoria.
