Una mujer Melilla de nacionalidad española, M.A.H.N., ha denunciado ante el juzgado de instrucción número 1 de la ciudad haber sido agredida por un agente de la Policía Nacional el pasado sábado sobre las 6 de la tarde en el paso fronterizo de Beni Enzar. La mujer, de 52 años, estaba esperando a su hijo -sin intención de acceder a Marruecos- cuando supuestamente fue increpada por un agente, quien le habría empujado a la cola con el resto de "contrabandistas" a pesar de la insistencia de la mujer en que no pretendía cruzar la frontera. La mujer ha adjuntado a su denuncia los diferentes partes de lesiones en los que ha quedado reflejado que sufre una "tendinitis postraumática" en el hombro izquierdo, supuestamente a raíz de la agresión del agente.
Una mujer melillense de 52 años de edad, de iniciales M.A.H.N., ha interpuesto una denuncia en los juzgados contra un Policía Nacional de la frontera tras supuestamente recibir gritos, insultos y golpes por parte del mismo.
Según relata la mujer en su denuncia, presentada en el juzgado de instrucción número 1, este sábado día 5, sobre las 6 de la tarde, se dirigía a la frontera de Beni Enzar, “para volver a casa con mi hijo, no para cruzar a Marruecos”, cuando uno de los agentes de la frontera se dirigió hacia ella gritando, zarandeándola y empujándola hacia la cola “con los contrabandistas”. La mujer afirma haberle repetido “una y otra vez” al agente que no iba a cruzar a Marruecos y que se volvía a casa con su hijo, quien se encontraba dentro de su vehículo en los alrededores y quien supuestamente pudo ver cómo el agente empujaba y golpeaba a su madre.
Según manifiesta en su declaración judicial la denunciante, su hijo, al presenciar los hechos, paró el vehículo a un lado de la glorieta de acceso a Beni Enzar y se dirigió al agente recriminándole su actitud, diciéndole que no tenía derecho a golpear a su madre; el policía supuestamente reaccionó ante la intervención del hijo espetándole un “fuera, moros”.
La mujer, presa de un ataque de ansiedad, se desmayó, por lo que el hijo tuvo que acomodarla en el coche, instando al agente de Policía a que llamara a una ambulancia. La denunciante afirma que el agente, en lugar de llamar a la ambulancia, llamó a la Policía Local para que multaran al joven por estar estacionado en la glorieta.
Los agentes de la Local confirmaron a los agraviados que no iba a ir ninguna ambulancia, y cuando el hijo se dirigió de nuevo al agente para decirle que lo iba a denunciar, el policía supuestamente le espetó: “mira como tiemblo, moro de mierda”, y comenzó a amenazarle con “un montón de denuncias”.
Parte de lesiones y cámaras de seguridad
A raíz de las supuestas agresiones sufridas por la mujer a manos del agente de Policía, se adjuntan a la denuncia los diferentes partes de lesiones elaborados por el Servicio de Urgencias del Comarcal y la Clínica Rusadir. En los partes de lesiones elaborados por el personal médico del Comarcal queda reflejada que está “policontusionada” y que padece una “tendinitis postraumática” en el hombro izquierdo, lesión que cursa con dolor pero sin que existan marcas o hematomas, y por la que se le ha de inmovilizar el hombro. La exploración realizada en la Clínica Rusadir refleja también una contractura cervical y una crisis de ansiedad por la que se le hubo de administrar un ansiolítico.
La denunciante pide expresamente en su denuncia ante los juzgados que se visualicen las cámaras de vigilancia de la frontera “a fin de identificar al policía y poder esclarecer los hechos”, concluye.
