El pasado 23 de agosto, un hombre marroquí de 33 años trataba de embarcar en el ferry de Trasmediterránea con rumbo a Almería cuando, durante el registro efectuado por la Guardia Civil, se le hallaron 74 paquetes de hachís ocultos en el chasis bajo los asientos del vehículo. El acusado, que ingresó ese mismo día en prisión preventiva, transportaba más de 20Kg de hachís con una riqueza media del 18,6% y un coste estimado de venta “en la calle” de 46.905 euros. El Ministerio Fiscal, que en un principio interesaba para el acusado una pena de 4 años y 3 meses de prisión más el pago de una multa de 100.000 euros, rebajó sus pretensiones motivado por la conformidad del acusado, que fue condenado a 3 años de prisión más el pago de una multa de 47.000 euros. El 23 de agosto del año pasado, alrededor de las tres de la tarde, el acusado se disponía a embarcar en el buque de Trasmediterránea con destino Almería cuando los agentes de la Guardia Civil encargados de realizar los registros advirtieron algo sospechoso en su vehículo y le instaron a detenerse para ser sometido a una inspección.
Los agentes registraron el vehículo a fondo en presencia del acusado, hallando escondidos en el chasis bajo los asientos del coche un total de 74 paquetes de hachís.
La droga encontrada en el vehículo pesó un total de 20,43 kilogramos, y tenía una riqueza media del 18,6 por ciento, siendo fijado su precio estimado de venta en 46.905 euros. El acusado fue denunciado por un delito de tráfico de drogas y pasó a disposición judicial ese mismo día, siéndole impuesta la prisión preventiva, por lo que, hasta ayer, el acusado llevaba cerca de un año en prisión a la espera de juicio.
El Ministerio Fiscal interesaba en un principio para el acusado la imposición de una pena de 4 años y tres meses de prisión más el pago de una multa de 100.000 euros, si bien el pleno reconocimiento por parte del acusado de los hechos delictivos que se le imputaban propició una “rebaja” por parte del Ministerio Fiscal que, en aras de la conformidad alcanzada, solicitó para el acusado la pena mínima prevista en el Código Penal: 3 años de prisión y 47.000 euros de multa por la comisión de un delito contra la salud pública (tráfico de drogas).
Tras el juicio, el acusado volvió a ser trasladado a la prisión, donde cumplirá los más de dos años de condena que le restan.
