Este fin de semana se reactiva el programa de educadores de calle que promueve la Consejería de Bienestar Social de Melilla en el que 16 profesionales de la empresa Clece que se ha hecho con el contrato de un año de duración y un presupuesto de 425.000 euros, se centrarán en la localización e intervención de los menores extranjeros no acompañados que llegan a la ciudad y no quieren estar en centros de acogida. El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, anunció que este fin de semana se pondrá en marcha una nueva edición del programa de educadores de calle que supone "reforzar con muchos más medios, lo que fue una experiencia piloto muy interesante que hicimos con varios educadores, para tratar la situación de los menores extranjeros no acompañados y sus problemas de riesgo al estar en la calle sujetos a cualquier contingencia negativa".
Reconoció Imbroda que la presencia de menores en la calle, además de suponer un riesgo para los propios jóvenes, generaba una alarma social que considera que a día de hoy "no existe, porque se ha trabajado muy bien desde la Consejería de Bienestar Social y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado". Aseguró que se ha prestado a los menores "todas las protecciones que la ley exige y hemos conseguido que se retiraran de las calles a los centros de acogida".
No obstante, reconoció que "hay que hacer más acción", de ahí el nuevo contrato adjudicado, mediante concurso público, a la empresa Clece que destina al programa un total de 16 profesionales: 5 educadores, un enfermero y 10 auxiliares educativos. Divididos en parejas, trabajarán los siete días a la semana para atender a los menores extranjeros que encuentren en la calle. Contarán con dos furgonetas para traslados y teléfonos móviles para las labores de coordinación y emergencia. El presupuesto que destina la Consejería de Bienestar Social a este contrato de un año de duración es de 425.000 euros y al respecto el presidente Imbroda considera que apostar por el programa de educadores "es una respuesta muy adecuada para que un problema grave como este, no repunte, y se haya estabilizado como se ha conseguido".
El mandatario melillense, que no descarta articular en el futuro un contrato de mayor duración en "función de las necesidades" que se detecten, se declaró "bastante esperanzado en este nuevo programa" en el que se incorporan distintos profesionales. Afirmó que esta acción es "una medida más" que promueve la Ciudad Autónoma buscando "el bienestar de los propios menores extranjeros no acompañados, sujetos a cualquier riesgo y porque también supone un bien para los ciudadanos".
Anunció que los educadores de calle comenzarán a operar, con total seguridad, este fin de semana, y se dedicarán a atender a los menores extranjeros no acompañados que llegan a Melilla dentro de "un fenómeno" de inmigración de menores surgido en "este siglo XXI que no sólo afecta a Melilla, sino también a otras comunidades autónomas y a Europa".
De hecho recordó que se va a crear una Comisión Interministerial para tratar el tema de los MENAS a nivel nacional en la que "Melilla tiene que estar para aportar su experiencia conocida y vivida de los años que llevamos" trabajando con este tema, y de hecho afirmó que en estos momentos en España "quién más experiencia tiene en este fenómeno es Melilla".
