Melilla ha registrado un descenso del 20% en el tráfico de mercancías en el puerto comercial en los primeros meses de este año, una tendencia a la baja que también se ha dado en un 17% en la recaudación que ha obtenido la Ciudad Autónoma en el impuesto de importación en el primer trimestre. El presidente del Gobierno de Melilla, Juan José Imbroda, ofreció ayer estos datos, aunque recordó que estos descensos se están produciendo después de una tendencia al alza que hizo superar el año pasado en la ciudad los 1,2 millones de toneladas de mercancías movidos del año anterior. Ese aumento se debió, según Imbroda, al importante crecimiento del denominado comercio atípico, por el cual se pasan de forma peatonal o en vehículos mercancías desde Melilla hacia Marruecos, una actividad que “ha crecido tanto, que se han incorporado miles de marroquíes y melillenses” para trabajar, ejerciendo “presión en la frontera”.
Por ello, afirmó que la Ciudad Autónoma y la Delegación del Gobierno van a intentar que no se den esos descensos en el transporte de mercancías y “suban un poco más”, si bien insistió en que ese aumento del comercio atípico, “presionando” la frontera, ha dado lugar a un problema “muy complejo” que “no se soluciona con una manifestación”.
El presidente melillense se refirió así a la movilización convocada para el 22 de mayo por la Plataforma de Empresarios para protestar por la situación de la frontera, una decisión que a juicio de Imbroda “no vale para nada”, aunque instó a que “cada uno haga lo que quiera”.
Se trata, dijo Imbroda, de un problema “nada sencillo” porque intervienen intereses antagónicos, con el elemento añadido que supone la “mezcla un poquito endiablada” que supone tener una frontera compartida con un tercer país, que tiene “soberanía total para hacer lo que quiera”, y con una cultura económica distinta, que tiene su idiosincrasia.
Trabajo sensato
No obstante, subrayó que la Ciudad Autónoma y la Delegación del Gobierno seguirán trabajando para intentar solucionar estos problemas de la frontera “sensatamente” y con actuaciones para intentar conseguir el objetivo de que el paso fronterizo de Beni-Enzar, el más importante, esté destinado al turismo.
Para ello, recordó que se han puesto en marcha proyectos como la línea lanzadera de autobús entre fronteras, creando una explanada específica para los porteadores que usan esta línea, diseñando un centro de distribución de mercancías en el paso de Barrio Chino o creando una nueva carretera para esa obra, para la que el Ministerio de Fomento ya está haciendo el proyecto.
“Estamos en un camino, hay que tener paciencia, ir hablando y trabajando”, aseveró Imbroda para defender las líneas de trabajo que se han abierto para mejorar la situación de la frontera y el impacto que esta tiene en la actividad comercial y económica de la ciudad.
