El ya entrenador unionista llegará en los próximos días a la ciudad autónoma para retornar, una década después, a la que fue se casa. Dicen los que le conocen como técnico que traerá ambición, ganas, metodología y buena gestión de grupo. El club melillense, que siempre consideró a Luis como su primera opción por la manera que tiene de entender el fútbol y por sus reconocidos méritos, ya trabaja con el preparador en la confección de la que será la plantilla para la campaña 2018-2019. La U.D. Melilla anunció ayer el nombre del encargado de pilotar la nave azulina la próxima temporada: el del joven técnico barcelonés Luis Miguel Carrión. El flamante preparador unionista creció como futbolista en las categorías inferiores del Barça, coincidiendo entre otros con Xavi, Iniesta, Puyol o Reina, y muchos recordarán su paso como jugador por Melilla, pues, a pesar de ser breve (apenas una temporada), realizó una gran labor como lateral derecho. De aquel vestuario de la campaña 2008-2009 se reencontrará con Mahanan, Álex Fernández y Moha Sadik. Tras su precoz y prometedor paso como entrenador por el fútbol profesional -de la mano del Córdoba C.F.-, aterriza en el ‘Álvarez Claro’ para intentar pelear con los más grandes del Grupo IV una plaza en los play off de ascenso. En principio, firma por una campaña con opción a otra en caso de ascenso.
Como ha expresado el nuevo entrenador del Melilla, en alguna que otra entrevista, su intención suele ser construir sobre el verde “equipos intensos, solidarios, que trabajen juntos en el campo”. Le gusta, además, que sus escuadras sean “protagonistas, verticales y que intenten llevar siempre el control del esférico”. Como el anterior técnico unionista, también es del gusto de adelantar su línea de presión “para poder robar el balón lo más arriba que se pueda”. Todo parece indicar que la nueva filosofía de juego no diferirá en demasía de su antecesor, si acaso ganando en verticalidad y profundidad en ataque.
Joven pero con experiencia
Haciendo alusión a su carrera como técnico -desde sus inicios-, Luis Miguel Carrión comenzaba su periplo en los banquillos entrenando a la sección femenina del R.C.D. Espanyol. Con las ‘pericas’ logró ganar la Copa del Rey y quedar terceras en la competición liguera en su primer año; quintas en el segundo. Fue, sin duda, una genial carta de presentación.
Su buen hacer en el fútbol femenino le granjeó un puesto en uno de los equipos en los que había militado como jugador, en el Córdoba C.F. En la temporada 2013-2014 ocupaba el puesto de segundo entrenador a las órdenes de su ex compañero Pablo Villa. Este sería destituido en febrero, dándole la oportunidad a Carrión de debutar en Segunda División, en un partido disputado en Los Pajaritos ante el Numancia.
El recambio de Villanueva, el ‘Chapi’ Ferrer, lo dejó en su cuerpo técnico durante el tiempo que estuvo en el banquillo blanquiverde. Con él consiguió el ascenso a Primera, y con él al mando seguiría hasta que lo cesaron del club. El sustituto de Ferrer, Djukic, también lo tuvo junto a él en otros 21 encuentros, hasta que el club decidió en marzo que sacarían mayor rendimiento a su filial con Carrión llevando el equipo. Con apenas 34 años, el técnico agradecía la confianza depositada en él con un ascenso a Segunda B.
Técnico de aquella casa, el barcelonés fue el elegido la campaña siguiente para sustituir a José Luis Oltra en Segunda División cuando fue cesado. En una primera semana de escándalo, la de su debut en el fútbol profesional, logró revertir la dinámica del equipo, eliminando al Málaga en Copa y venciendo en liga. Su indiscutible talento como analista le granjeó la renovación con el Córdoba.
