Durante la mañana de ayer tuvo lugar en nuestra ciudad el sábado Legionario, celebración en la que se prestó especial atención a los miembros de la unidad caídos por España. Ayer tuvo lugar en el acuartelamiento del Tercio Gran Capitán Primero de la Legión de nuestra ciudad la celebración de la conocida festividad del sábado legionario. La finalidad esencial de un sábado legionario es elevar el estado de moral y espíritu de cohesión, mediante la celebración de una parada militar en la que participa la unidad, como ejecutante, y las familias y amigos, como espectadores.
Ayer sábado la familia Legionaria se unió para recordar al Teniente Aguilar, de la 3ª compañía, fallecido en acto de servicio hace 25 años, y al Caballero Legionario Molinero, fallecido también en acto de servicio hace menos de un mes.
El Teniente Aguilar, de 28 años, formaba parte de la compañía de cascos azules enviada por la ONU a finales de mayo del 93 para reforzar la Agrupación Canarias, que participaba como fuerza de interposición en la Guerra de los Balcanes.
Aguilar venía de entregar un cargamento de material médico en el hospital croata de la ciudad de Mostar, en la antigua Yugoslavia, y se dirigía a llevar otro paquete semejante al hospital de la zona musulmana pero, cuando el convoy español atravesaba el puente Tito, que unía los barrios musulmán y croata, el Teniente recibió un impacto de bala en el cuello que le produjo la muerte de forma prácticamente instantánea.
Tristemente, hace pocos días la unidad ha sufrido el fallecimiento en acto de servicio de otro de sus miembros, el Caballero Legionario Eduardo García Molinero, de 26 años, y de la misma 3ª compañía, perdió la vida el día 13 de mayo mientras se adiestraba en un campo de maniobras de la península.
El recuerdo al Teniente Aguilar y al Caballero Legionario García Molinero ha estado presente en todos los asistentes al acto militar del sábado Legionario, en el que también han participado sus familias.
