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BALONCESTO - PLAY OFF FINAL LEB ORO

El Melilla Baloncesto iguala la serie y mañana luchará por el ascenso a la ACB

Pablo Almazán, en un lance del encuentro de ayer
(Autor: Guerrero)

En los instantes finales, Dani Rodríguez se echó el equipo a la espalda y anotó varias canastas que acabaron siendo determinantes. Con 77-70 se entraba en los tres últimos minutos. Los de Diego Ocampo, sin acierto de cara al aro, concluían cayendo por un claro 86-74, ganándose así el decano el derecho a jugarse mañana el ascenso en Manresa. El Melilla Baloncesto logró forzar el quinto encuentro y se jugará mañana martes el ascenso a la ACB en el Pavelló Nou Congost, tras imponerse ayer, por segunda vez consecutiva, al ICL Manresa por 86-74, colocando el 2-2 en la serie final de la LEB Oro.
Los melillenses tuvieron una salida fulgurante con un parcial de 12-0 en poco más de tres minutos, lo que obligó al técnico visitante a solicitar un tiempo muerto. A la vuelta del mismo, los de Diego Ocampo mejoraron tanto en defensa como en ataque, firmando un 0-8 para recortar algo las distancias. Cabe destacar que los manresanos se habían mantenido sin anotar durante prácticamente cuatro minutos, una sequía que rompió Nacho Martín.
Mediado este cuarto Dani Rodríguez protagonizó el susto del partido al retirarse a los vestuarios, aquejado de unas molestias musculares, aunque luego en el segundo acto volvería a la cancha. Miki Servera sustituyó al catalán y lo hizo con mucho acierto, sobre todo de cara al aro, anotando siete puntos. En los barceloneses, Lluis Costa mantuvo a flote a su equipo con dos triples muy importantes para que el decano no se marchara nuevamente en el electrónico.
Los azulones siempre mandaron con ventajas que oscilaron entre los cuatro (17-13) y los nueve puntos (24-15). Al término de este primer acto se llegó con un resultado de 26-21, tras un lanzamiento desde la línea de 6’75 convertido justo sobre la bocina por Guillem Jou.
El segundo asalto arrancaba con una canasta de Lluis Costa, respondida con otra por Diego Kapelan. Los de Alejandro Alcoba no perdieron en ningún momento la iniciativa en el marcador, pese a la presión asfixiante de los de Diego Ocampo en toda la pista. De este modo, el Manresa solo fue capaz de acercarse en el luminoso en una oportunidad a la mínima expresión, en concreto a 5’ del intermedio cuando se situó a dos puntos (35-33), tras anotar Jordan Sakho.
Los locales darían otro arreón, guiados por un inspirado Mamadou Samb (autor de 8 puntos, incluidos dos triples), logrando marcharse a los vestuarios con un, al menos, tranquilizador 49-41. Y la renta no fue superior porque lo impidió Nacho Martín, haciendo un gran trabajo bajo los tableros.
El tercer periodo resultó muy parecido a los dos anteriores, con un Melilla Baloncesto que continuó mandando en el electrónico e incluso ampliando las diferencias por encima de la denominada barrera psicológica de los diez puntos. De este modo, los melillenses llegaron a contar con una máxima de once puntos (63-52), tras anotar Fran Guerra, a menos de cinco minutos. Sin embargo, cuando parecía que el decano podía romper definitivamente el encuentro el Manresa se metía otra vez en el mismo con un parcial de 2-9, con lo que al término de este cuarto el marcador del Pabellón Javier Imbroda reflejaba un poco tranquilizador de 65-61.
En el último acto, ambos equipos apretaron aún más en defensa y eso repercutía en el que las canastas brillaran por su ausencia. No en vano, Fran Guerra anotaba la primera canasta pasados tres minutos, mientras que los visitantes tardaron algo más, sobreviviendo gracias a los tiros desde la línea de personal, convirtiendo dos Sakho y uno Nacho Martín.
Con 67-64, una falta de Nacho Martín y una técnico al banquillo manresano posibilitaron que los azulones tomaran aire (69-64), aunque la contestación fue demoledora por parte de Lluis Costa, con un triple salvador, colocando a los suyos a solo dos puntos (69-67), a falta de cinco minutos.
En los instantes finales, Dani Rodríguez se echó el equipo a la espalda y anotó varias canastas que acabaron siendo determinantes. Con 77-70 se entraba en los tres últimos minutos. Los de Diego Ocampo, sin acierto de cara al aro, concluían cayendo por un claro 86-74, ganándose así el decano el derecho a jugarse mañana el ascenso en Manresa.

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Carlos R.Busto

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