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Un ciudadano belga es juzgado en Nador por su papel en las protestas del Rif

Un ciudadano belga de origen marroquí llamado Wafi Kajoua está siendo juzgado en el Tribunal de Primera Instancia de la vecina ciudad de Nador acusado de perpetrar crímenes contra la seguridad del Estado, por las publicaciones que realizó en Facebook durante las protestas acaecidas en el Rif desde finales de 2016. El activista, que en el juicio mostró su simpatía con el movimiento de protesta -si bien negó su participación en la comisión de ningún delito- fue detenido cuando cruzaba el paso fronterizo de Beni Enzar en dirección a Marruecos, tras haber desembarcado en nuestra ciudad. Esta detención se suma a las más de 700 que ya ha realizado Marruecos en lo que puede considerarse una macro-ofensiva judicial sin precedentes en el país vecino.

Según publica el diario “La Vanguardia”, el Tribunal de Primera Instancia de la vecina ciudad de Nador comenzó a juzgar ayer por la mañana a un ciudadano belga de origen marroquí que fue detenido la semana pasada por las autoridades marroquíes al cruzar la frontera de Beni Enzar tras haber desembarcado en nuestra ciudad.
El detenido, un activista de 36 años llamado Wafi Kajoua, está acusado por Marruecos de apoyar las revueltas sociales acaecidas en el Rif desde finales de 2016, tras la muerte de un vendedor de pescado, Mouhcine Fikri, triturado por un camión de la basura, tras serle requisada su mercancía por la Policía.
Este ciudadano belga, que volvía a su país de origen para visitar a su familia, se enfrenta ahora a acusaciones por delitos de extrema gravedad, principalmente “atentar contra la seguridad interna del Estado”, delitos que puede suponer hasta 30 años de prisión.
El detenido, en prisión preventiva, está también acusado de incitar a atentar contra la “unidad territorial” de Marruecos y de llamar a una “rebelión armada”, un asunto que en Marruecos se toman muy en serio, dadas las tradicionales inclinaciones independentistas arraigadas en el Rif, donde no es inusual ver ondear banderas de la efímera República del Rif (1921-1926), liderada por el casi mítico Abdelkrim.
Al parecer, la Fiscalía de Nador se basó en los comentarios vertidos por el activista en la red social Facebook a la hora de formular la acusación.
El diario “La Vanguardia” cita declaraciones del abogado de Kajoua, Mbarek Buyerek, quien afirmó que, durante su comparecencia ante el Tribunal de Primera Instancia, el activista mostró su simpatía con las protestas del Rif, si bien negó haber participado en la comisión de ningún delito.

Ofensiva judicial

Las revueltas del Rif, desencadenadas por le incidente con Mouhcine Fikri pero mantenidas por la situación de subdesarrollo que experimenta la región, sacudieron los cimientos del Estado marroquí, que ha ido improvisando su reacción con el paso de los meses. En un principio, los responsables políticos hicieron caso omiso de las reclamaciones populares, respondiendo a las mismas con una mera represión policial; el volumen de las protestas ha llegado incluso a provocar que el Rey Mohamed VI interviniese en el conflicto, prometiendo al pueblo acabar con el subdesarrollo y culpando del mismo a la inoperancia de los funcionarios estatales (y, de paso, haciendo “rodar algunas cabezas”). Finalmente, el Gobierno de Marruecos ha optado por emprender una titánica ofensiva judicial, procesando a 772 activistas (158 de ellos menores de edad) por cometer crímenes contra la seguridad del Estado.

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Fernando Lamas Moreno

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