La exministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, viajó ayer a Melilla para reclamar al Gobierno de Pedro Sánchez que tramite con celeridad la licitación de las obras de construcción del futuro Hospital Universitario de nuestra ciudad , que dejó listo para pasar al Consejo de Ministros. En rueda de prensa, Montserrat explicó que si no hubiera prosperado la moción de censura contra Mariano Rajoy, lo que estaba previsto es que la adjudicación de las obras del centro hospitalario a la empresa pública Tragsa hubiera pasado por el Consejo de Ministros el pasado viernes por un valor de 80,1 millones de euros. “Hemos dejado los papeles a punto”, afirmó Montserrat antes de exigir a su sucesora al frente del Ministerio, Carmen Montón, que lleve esta mañana al Consejo de Ministros esta encomienda de la obra a Tragsa para que la construcción no quede de nuevo paralizada tras la finalización en julio de la primera fase.
El presidente melillense, Juan José Imbroda, también secundó esta exigencia al recordar que “se ha peleado muchísimo” desde la Ciudad Autónoma y el Gobierno central para “desmadejar el ovillo de denuncias interpuestas” contra el proyecto del Hospital Universitario, adjudicado en 2009 por el Gobierno socialista y paralizado durante varios años.
La exministra explicó que el Gobierno de Rajoy “tenía muy claro” que debía “poner orden” en este asunto y volver a poner en marcha las obras del hospital, por lo que una vez resuelto el tema administrativo, su Ministerio dividió el proyecto en dos fases, la primera de acondicionamiento de la parcela por 2,1 millones de euros, que empezó en noviembre y terminará en julio.
Segunda fase
La segunda fase es la de construcción del proyecto definitivo del Hospital Universitario, por 80 millones de euros, cuyo inicio se iba a programar inmediatamente después de la finalización de la primera fase, con el objetivo de que “reenganchar automáticamente” y “ya no paren las máquinas” que están trabajando en la primera fase.
Por ello, la intención era que esta segunda fase empezara en agosto, con un periodo de ejecución de 36 meses, de manera que “si los que están ahora no lo malmeten, estará para 2022”.
Esa es la razón por la que el Gobierno de Rajoy tenía previsto adjudicar las obras de la segunda fase el viernes pasado, y por la que tanto Montserrat como Imbroda reclamaron ayer al Ejecutivo de Sánchez que no demore más este procedimiento, que está “en la carpeta del Consejo de Ministros” preparado para recibir el visto bueno.
“Las grúas de Tragsa se irán si se retrasa”
Imbroda advirtió de que si eso no ocurre pronto, acabará la primera fase y “las grúas de Tragsa” que están trabajando en la primera “tendrán que irse” por no estar aprobado el procedimiento de la segunda, lo cual “sería muy malo” para el Hospital Universitario y no podrá estar listo en tres años.
La exministra recordó que se trata de una infraestructura “muy necesaria” para los melillenses que ha estado “muchos años parada”, de manera que si el Gobierno de Sánchez le da la celeridad que pide el PP, “demostrarán si están comprometidos con Melilla como lo ha estado el Gobierno de Rajoy”.
De hecho, afirmó que si el Hospital Universitario es una realidad es “gracias al Gobierno del PP”, al igual que la consolidación de las plantillas de los profesionales sanitarios, recogida en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018 mediante el incremento del pago de las guardias y la estabilización de las plantillas, reduciendo la temporalidad.
