El Instituto Enrique Nieto realizó ayer un homenaje a su primer director, José María Antón, durante los años 1976 y 1979. El centro educativo colocó una placa conmemorativa donde aparece el listado de los directores y los años que han estado y también se enmarcó las palabras que expresó Antón en el primer acta dedicada tanto a profesores como alumnos. A este emotivo acto acudió su mujer, María Teresa Jornet, que también fue directora del centro en el año 1985 y 1986, el primer jefe de estudios, José Luis Estrada, una representación de antiguos alumnos y profesores y directores de otros centros. El director del Instituto Enrique Nieto, Joaquín Carrillo, agradeció la presencia de José María Antón porque cree que todo homenaje que se le haga es "poco porque te mereces mucho por toda tu trayectoria y conozco a pocas personas con tu talla intelectual". Por ello, añadió que es un "privilegio estar aquí y formar parte de este sencillo y humilde homenaje a tu persona".
José María Antón agradeció a los asistentes su presencia ya que lo único que quería en sus años como director era trabajar "honradamente, a conciencia y que todo el mundo se implicara en el trabajo que realizaban los profesores y los alumnos". Además, recordó que el Instituto empezó "a andar con unas dificultades enormes, hicimos una serie de novedades pero solo teníamos 15 profesores y 200 alumnos".
En este acto estuvo presente su mujer, María Teresa Jornet, que también fue directora del centro en el año 1985 y 1986. El primer jefe de estudios, José Luis Estrada y profesores de "tanto cariño y afecto" como Carlos Baeza, una representación de antiguos alumnos como Jesús Fernández, Santi, Olga y profesores y directores de otros centros.
Carrillo leyó unas palabras de José María Antón que realizó en el primer acta con el deseo de que nadie se sintiera "frustrado y si tratan de proporcionar a los alumnos una formación intelectual y humana tiene que partir de que todos nos sintamos incorporados a esta hermosa tarea y que no se adopten hipocresías".
Además, Antón en una de sus actas rogó "encarecidamente" que la utilización del teléfono se limitase a las llamadas urbanas pues para las interurbanas carecían de presupuesto, y de no suprimir las últimas se produciría una "delicada situación económica del centro".
Carlos Baeza entregó a José María Antón y a María Teresa Jornet un pin de plata con el logo del Instituto, y expresó que quería que lo lleve con "mucho cariño y un buen recuerdo".
