La historia nos dice que en estas etapas cada gobierno intenta beneficiar con su gestión a su propio partido político aunque eso no suponga muchas veces lo mejor para la ciudad, cuando lo deseable es que ambas administraciones remen en la misma dirección La llegada de un nuevo Gobierno de la Nación tras prosperar una moción de censura ha propiciado el nombramiento de una nueva delegada del Gobierno, la secretaria de Organización del PSOE de Melilla Sabrina Moh, y con ello se vuelve a reeditar una "cohabitación" entre una Delegación del Gobierno de un signo político y una Ciudad Autónoma de otro bien distinto.
Esta convivencia entre administraciones, una gobernada por el PP y otra por el PSOE, no es nueva en nuestra ciudad y se remonta a las primeras elecciones democráticas que tuvieron lugar en nuestra ciudad tras el cambio de régimen en 1975 en España.
Tras las primeras victorias de UCD, llegaron a principios de 1980 las del PSOE y desde 1991 las del PP en la Ciudad Autónoma prácticamente ininterrumpidas -salvo el periodo que fue de 1998 a 2000 con un gobierno autonómico surgido a raíz de una moción de censura primero con Enrique Palacios de presidente y posteriormente un gabinete dirigido por Mustafa Aberchán surgido de las elecciones tras el pacto alcanzado con el GIL primero y el PIM a continuación-, en todo este periodo ha habido momentos de "cohabitación". Se trata de una expresión que es muy empleada en Francia cuando el presidente de la República es de un color político y el primer ministro de otro.
Salvando las distancias, en Melilla hemos tenido nuestros ejemplos de "cohabitación": desde 1991 a 1996 entre Ignacio Velázquez (PP) y Manuel Céspedes (PSOE); de 1998 a 1998 entre Enrique Palacios (PIM) y Enrique Beamud (PP); desde 1999 a 2000 entre Mustafa Aberchán (CPM) y Arturo Esteban (PP); de 2004 a 2008 entre Juan José Imbroda (PP) y José Fernández Chacón (PSOE); de 2008 a 2012 entre el propio Imbroda y Gregorio Escobar (PSOE) y desde esta semana entre Juan José Imbroda (PP) y Sabrina Moh (PSOE).
La historia nos dice que en estas etapas cada gobierno intenta beneficiar con su gestión a su propio partido político aunque eso no suponga muchas veces lo mejor para la ciudad, cuando lo deseable es que ambas administraciones, aunque pertenezcan a partidos distintos, remen en la misma dirección en busca siempre del bien común, independientemente de las siglas a las que pertenezcan. Pero esto, viendo los antecedentes, es mucho pedir porque lo normal es que se produzcan enfrentamientos y fricciones porque cada parte "arrima el ascua a su sardina", aunque esperemos que en los temas fundamentales, en los llamados "Temas de Ciudad", Gobierno autonómico y Delegación remen en esa misma dirección que reclamamos. Veremos qué pasa en esta nueva etapa que se abre.
Posdata.- En la fotografía los tres delegados del Gobierno melillenses que ha tenido la ciudad (Manuel Céspedes, Gregorio Escobar y Abdelmalik El Barkani juntos en un homenaje a la funcionaria María Dolores Padillo Rivademar por su jubilación en 2014 como Jefa de Sección en el área de la Secretaría General de la Delegación del Gobierno en Melilla tras casi 43 años de carrera en la Administración Central) y a los que ahora se suma la también melillense Sabrina Moh.
