Christian Volpe, director técnico de la Federación de Pádel de Melilla, destacó la celebración del próximo Melilla Challenger como uno de los eventos deportivos más esperados del año, aunque recordó que anteriormente «hemos celebrado otros eventos deportivos relevantes», pero sobre todo «teníamos muchas ganas de organizar una cita internacional de estas características». El Melilla Challenger, que tendrá lugar del 25 de junio al 1 de julio, es una muestra más del importante esfuerzo que se está realizando desde la Consejería de Deportes y la Federación Melillense para la difusión y la profesionalización del pádel en la ciudad. A este respecto, explicó que «dependemos mucho de las ayudas institucionales y, por suerte, durante los últimos años se están volcando con este deporte, ya que llevamos dos años haciendo eventos junto a la Consejería de Deporte, que está llevando a cabo una fuerte apuesta económica por el pádel», afirmó.
Pese a que Melilla tiene una extensión de doce kilómetros cuadrados es una ciudad con una fuerte tradición del pádel. Es la primera Comunidad Autónoma en cuanto a licencias expedidas por número de habitantes y el buen trabajo que se está realizando en las escuelas ha hecho que cada año salgan más jugadores profesionales de esta ciudad. «Nuestro problema es la falta de competición. Cuando los jugadores y las jugadoras cumplen 18 años se van a Andalucía, Madrid o Cataluña para poder seguir jugando», aseguró el director técnico de la Federación.
Por otro lado, Christian Volpe significó que el pádel melillense «tiene puesta grandes expectativas en el Melilla Challenger y esperamos ver a los mejores jugadores del mundo», al tiempo que confía que este importante evento deportivo sirva para seguir profesionalizando el pádel en Melilla.
Una de las estrellas del torneo será el melillense Uri Botello, que volverá a su tierra después de un gran inicio de temporada. Sobre su progresión, el director técnico de la Federación de Pádel de Melilla se mostró contento por su gran progresión y trayectoria. «Es un gran ejemplo de madurez personal y como jugador. No es una casualidad que esté donde está ahora mismo». El que fuera su profesor, sonríe al recordar al joven Botello. «Le hemos formado aquí, le conocemos muy bien y estamos muy contentos de verle jugar en Melilla. Ojalá venga y logre salir como campeón».
