Según la descripción de los hechos realizada por la acusación, el acusado, un joven de origen extranjero residente en Melilla, cometió un total de 4 robos con violencia a menores extranjeros tutelados por la CAM, quitándoles los móviles y la ropa a los perjudicados. Los asaltos tuvieron lugar entre el 15 y el 17 de septiembre del año pasado, y el acusado supuestamente se valía de una navaja y una barra de hierro para amenazar y agredir a los menores, obligándoles a desnudarse y a darle todo lo que llevaban. Pese a que ninguno de los menores perjudicados se ratificó en su denuncia, la Fiscalía pidió para el acusado un total de 24 años de prisión y 640 euros de multa, por 5 delitos de robo con violencia y dos delitos leves de lesiones. Entre el 15 y el 17 de septiembre de 2017 el acusado, un joven de origen extranjero que necesitó de la asistencia del intérprete durante la vista, llevó a cabo hasta 4 atracos distintos contra un total de 5 menores extranjeros tutelados por la Ciudad Autónoma (todos residentes en la Purísima).
El joven, según el escrito de acusación, cometió los atracos en la pista de carros (dos de ellos) y en el Paseo Marítimo, a la altura del Burger King (otros dos).
En el primero de los asaltos, el día 15 de septiembre a mediodía, el acusado supuestamente se acercó a uno de los perjudicados en la pista de carros, a la altura del aeropuerto, y, amenazándole con una barra de hierro, le registró obligándole a desnudarse, y le dio una paliza con la barra de hierro para acabar robándole un móvil.
En una fecha sin especificar, entre el 15 y el 17 de septiembre, el acusado volvió a las andadas, esta vez en el Paseo Marítimo, donde cogió a otro menor y, amenazándole con una navaja en el cuello, le quitó el pantalón y las zapatillas que llevaba, robándole también las zapatillas a otro menor que iba con el joven que fue amenazado.
El 17 de septiembre, el acusado supuestamente volvió a perpetrar otros dos asaltos, el primero de ellos, de nuevo, en el Paseo Marítimo a la altura del Burger King, donde agredió (dos bofetadas) a un menor, obligándole a entregarle todo lo que llevaba y haciéndose de este modo con el móvil del joven; el segundo robo de ese día se produjo de nuevo en la pista de carros y también de nuevo utilizando una barra de hierro como arma.
Sin testigos
La labor de la Fiscalía en el juicio oral celebrado ayer se vio dificultada no sólo por la negativa a declarar del acusado, que lleva en prisión preventiva desde mitad de septiembre del año pasado, sino también porque ninguno de los cinco afectados que declararon como testigos durante el juicio (haciendo todos uso del intérprete) se ratificó en su denuncia inicial. Algunos declararon “no recordar” los hechos, mientras que otros afirmaron que el acusado “no era” el que les había atracado y agredido, pese a que todos lo habían reconocido, tanto en sede policial como judicial, como el responsable de los hechos.
Pese a la total ausencia de evidencia, dada la retractación de todos los testigos perjudicados en el acto de la vista oral, el Ministerio Fiscal mantuvo su petición de 24 años de prisión, 640 euros de multa y 250 euros de responsabilidad civil.
El acusado se enfrenta a 4 delitos de robo con violencia con instrumento peligroso, penados (cada uno) con 5 años de prisión; más un delito de robo con violencia, penado con 4 años de prisión, y dos delitos leves de lesiones, penados cada uno con 320 euros de multa.
La defensa, por su parte, se “agarró” a la ausencia de pruebas para pedir la libre absolución del acusado, quien utilizó su derecho a la última palabra para decirle a la juez que era “inocente”.
