El Gobierno debe tomarse en serio a estos cuatro territorios extrapeninsulares y su necesidad de ver incrementada la bonificación al 75%. No es ningún capricho, es un derecho ya reconocido y peleado en el Parlamento para que ahora nos hagan esperar. Si no ha habido demoras para adoptar medidas cuya urgencia es más que cuestionable porque el Gobierno ha encontrado rápidamente las fórmulas administrativas para sacarlas adelante, ahora debe hacer lo mismo con la bonificación del 75% Nos las prometíamos muy felices en Melilla, Ceuta, Canarias y Baleares por haber conseguido que los Presupuestos Generales del Estado de este año contemplaran, al fin, el aumento del 50% al 75% de la bonificación de sus residentes para viajar, un anhelo de cuatro territorios alejados geográficamente, pero con la dependencia de los transportes como denominador común debido a su condición de territorios extrapeninsulares. Y cuando parecía que al fin tocábamos el logro con la yema de los dedos, ya que los Presupuestos pasaban ayer su último trámite parlamentario con la aprobación definitiva en el Congreso de los Diputados, el Gobierno de Pedro Sánchez nos viene con que tendremos que esperar seis meses, en el mejor de los casos. El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, puso como excusa que ahora hay que tramitar administrativamente la medida para que se pueda hacer realidad, y culpó de ello al anterior Gobierno, el de Rajoy, acusándolo de no haber planteado bien el procedimiento para que pudiera ser más rápido.
Por desgracia para nosotros, los ciudadanos, esto no es nuevo. Cuando hay cambios en el Gobierno, casi siempre se repite la misma historia. El nuevo inquilino del poder acusa a su antecesor de no haber hecho bien la tarea. Un mantra que el PSOE se ha encargado de rescatar rápido, nada más sentarse en el sillón de los altos cargos. En poco más de dos semanas, lo hemos escuchado ya varias veces, y no sólo en el Gobierno, sino también aquí, en Melilla, como cuando la nueva delegada, Sabrina Moh, dijo que la aplicación del Acuerdo de Readmisión entre España y Marruecos para devolver a varios inmigrantes por donde habían llegado de forma irregular a Chafarinas era lo que se había encontrado por parte de su antecesor, obviando que en el Ministerio del Interior, de donde depende la decisión, ya había un ministro socialista, Fernando Grande-Marlaska.
Pero volviendo al tema de la bonificación 75%, que es lo que ahora nos ocupa en este Editorial, resulta que el anuncio del ministro de Fomento de que aún tendríamos que esperar varios meses para viajar un 25% más barato que ahora ha provocado un enorme revuelo en las cuatro regiones a las que va dirigida la medida. Especialmente en Canarias, donde el problema que tienen con la carestía de sus transportes es de grandes dimensiones debido a la enorme distancia que separa el archipiélago de la península. En Baleares, gobernada por el PSOE, la protesta se ha oído menos, aunque su presidenta, Francina Armengol, acudirá el próximo martes junto al presidente canario, Fernando Clavijo, a una reunión con el ministro para hablar de este tema. Cabe preguntarse por qué a esta reunión no acuden también los presidentes de las dos Ciudades Autónomas de Melilla y Ceuta, si es porque en el Ministerio de Fomento se han olvidado de invitar a estas dos regiones igualmente afectadas por el mismo problema, o ha sido responsabilidad de los presidentes isleños por no acordarse de estas dos ciudades con las que sí firmaron de manera conjunta hace unos meses un documento reivindicativo en este sentido.
En cualquier caso, el Gobierno debe tomarse en serio a estos cuatro territorios extrapeninsulares y su necesidad de ver incrementada la bonificación al 75%. No es ningún capricho, es un derecho ya reconocido y peleado en el Parlamento para que ahora nos hagan esperar. Si no ha habido demoras para adoptar medidas cuya urgencia es más que cuestionable porque el Gobierno ha encontrado rápidamente las fórmulas administrativas para sacarlas adelante, ahora debe hacer lo mismo con la bonificación del 75% si es verdad, como dice, que hace falta dar más pasos burocráticos.
