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Los melillenses sentirán que viajan al pasado con productos artesanales como dulces o embutidos, puestos de artesanía, adivinación, complementos, los juegos de antes, además de mesones para degustar sabrosos manjares y talleres variados

La Ciudad de Melilla retrocede a la época medieval con la XV edición del Mercado Renacentista de Carlos V

Numerosos melillenses visitaron ayer la XV edición del Mercado Renacentista

Con un pasacalles por la Avenida, con zancudos, caballos, malabaristas, soldados y danzarinas se inauguraba ayer la edición número quince del Mercado Renacentista del Emperador Carlos V. La Ciudad de Melilla retrocede este fin de semana a la época medieval para que los melillenses sientan que están en el pasado con productos artesanales como dulces o embutidos, puestos de artesanía, adivinación, complementos, los juegos de antes, además de mesones para degustar sabrosos manjares y talleres variados. El presidente, Juan José Imbroda, junto a la presidenta de la Fundación Melilla Monumental, Maribel Pintos, cortaron la cinta con la que daba comienzo este viaje lleno de fantasía. Acróbatas, bufones, malabaristas, cetreros, caballos y músicos, se dieron cita para dar la bienvenida al Mercado Renacentista desfilando, ante la mirada de los melillenses, por plena Avenida, conduciéndoles hasta la Plaza de las Culturas. En el Foso del Hornabeque, el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, acompañado por la presidenta de la Fundación Ciudad Monumental, Maribel Pintos, cortaron la cinta de acceso al interior del mercado. Ya en la subida al Pueblo, los ciudadanos se trasportan en el tiempo para descubrir una Melilla que respira historia en un mercado que se prolongará hasta el domingo. El horario de vista será de siete de la tarde a dos de la madrugada.

Mercado medieval
Una vez en el interior del mercado, los visitantes descubrieron una aldea medieval en fiestas, con su suelo cubierto de paja, envuelta en una nube de mil olores, con decenas de puestos de venta de todo tipo, desde los de orfebrería, a los atestados tenderetes de alimentación donde adquirir una hogaza de pan artesanal o un queso curado, los puestos de dulces, o la zona de cetrería. Las calles para los que quieran pasear por ellas, estarán repletas de melillenses observando los múltiples puestos en artesanía, complementos, adivinación, especias varias, tatuajes y juegos infantiles.

Además, a lo largo de este gran mercado medieval los que lo deseen pueden degustar jugosos y sabrosos manjares de carnes, verduras o embutidos cocinados ante tus ojos. Al igual que para los que prefieran las pizzas o patatas artesanales hecho con el horno de piedra. Inevitable es no disfrutar y reír subiendo las calles en este tiempo pasado pues con las actuaciones de bufones, acróbatas y malabaristas deja un gran sabor de boca.

El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, hizo hincapié en que este mercado comenzó en el 2003 conocido como medieval aunque es el tercer año que pasó a llamarse Mercado Renacentista con la figura de Carlos V. Además, señaló que este año hay 66 puestos de ventas, 32 de artesanía y en la Plaza de Armas, se ha preparado una especie de parque infantil artesanal con productos ecológicos.

También, se puede encontrar un campamento de luchadores de la época medieval y hay más espacio para los niños, por lo que puntualizó que “se ha hecho un esfuerzo de la Fundación y lo que hay que hacer es venir porque el éxito está garantizado ya que llevamos la décimo quinta edición”.

Imbroda recalcó que la cabalgata inaugural fue “espectacular con caballos y acrobacias”. Por lo que, animó a los melillenses a que suban al Pueblo porque “nada más con venir a verlo ya es bonito pues con cosas típicas medievales tiene un gran encanto”. Por ello, dio su enhorabuena a la Fundación, su presidenta y los colaboradores por tener “garantizado el éxito”.

El presidente melillense recordó la figura de Pepe Imbroda que “ha sido un hombre provincial para Melilla, pionero, creador, impulsor y motor de muchas actividades sociales como la feria y no se debe de olvidar porque fue él la persona que arrancó el primer mercado medieval”.

La presidenta de la Fundación Melilla Ciudad Monumental, Maribel Pintos, cree que la respuesta es “muy buena porque esto está lleno y vamos a disfrutar de esta noche magnifica y de estos tres días viviendo en esta época medieval”.

Sin lugar a dudas a nadie deja impasible este mercado de corte añejo, ya sea por el encanto de los pasacalles, o por la amplia oferta gastronómica y de productos artesanales. Merece la pena perderse por las calles del Pueblo durante unas horas porque para volver al futuro sólo hay que bajar los peldaños de la Puerta de la Marina o cruzar el Foso del Hornabeque y volver a la cotidianeidad de una luminosa Melilla rendida con coquetería a un más que cálido verano.

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Lorena Japon

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