El magistrado a cargo de la sala número dos de lo Contencioso Administrativo de Pamplona, Antonio Sánchez Ibáñez, ha decidido la devolución de los restos del General Sanjurjo a la cripta de Pamplona donde reposaban junto a los del General Mola. Esta decisión da la razón a la familia Sanjurjo, que se opuso a la decisión “arbitraria” del Ayuntamiento de Pamplona, gobernado por el partido de izquierda abertzale EH Bildu, de retirar los restos del General en virtud del cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica de Navarra. El General tuvo un papel destacado durante la guerra del Rif; fue el jefe de operaciones durante el desembarco de Alhucemas (1925) y también estuvo al frente de la Comandancia General de Melilla. Falleció en Estoril, Portugal, 3 días después del levantamiento militar.
El juzgado de lo Contencioso-Administrativo número dos de Pamplona ha fallado a favor de la familia del Teniente General José Sanjurjo Sacanell, cuyos restos fueron exhumados de la cripta de los caídos de la capital navarra tras acordarse en sesión plenaria el traslado del cuerpo del General en virtud del cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.
El ayuntamiento de Pamplona, dirigido por el grupo soberanista vasco EH Bildu, llevó a cabo el traslado en noviembre de 2016, tras desestimar los recursos presentados por los familiares descendientes del general. La hija del general Sanjurjo fue la principal promotora entonces del recurso judicial que, dos años después, ha desembocado en la decisión judicial de devolver los restos del histórico militar a su original lugar de descanso, donde reposaban junto al también histórico general Mola (ambos fallecieron en sendos accidentes de aviación durante la Guerra Civil).
Según Antonio Sánchez Ibáñez, magistrado a cargo de la sala número dos de los Contencioso-Administrativo de los juzgados de Pamplona, la Ley de Memoria Histórica no es aplicable a este litigio, toda vez que no se trata de retirar símbolos franquistas, sino de la clausura de la cripta. Así mismo, el magistrado consideró que las personas allí enterradas tampoco eran susceptibles de ser consideradas símbolos.
La familia de Sanjurjo denunciaba en su recurso la falta de transparencia y la arbitrariedad en la toma de decisiones por parte del Ayuntamiento, además del quebrantamiento del protocolo de exhumaciones de la Comunidad Foral de Navarra; en definitiva, consideran que la resolución del Ayuntamiento no tenía otro objeto que la mera exhumación de restos mortales de personas que lucharon sólo en el bando ganador de la contienda civil, dado que los símbolos franquistas se retiraron tiempo atrás, y el lugar ya no tenía “fin exaltatorio” alguno.
Comandante General de Melilla
El Teniente General José Sanjurjo Sacanell (Pamplona, 1872 – Estoril, 1936) fue un dirigente militar que destacó especialmente por su papel en la Guerra del Rif, hasta el punto de ser nombrado “marqués del Rif” por el rey Alfonso XIII. Sanjurjo tuvo protagonismo tanto en el Gobierno de Alfonso XIII como durante la dictadura de Primo de Rivera. Con la llegada de la República, participó en dos alzamientos militares; uno fallido, en 1932 (la “Sanjurjada”), y otro, el de Julio de 1936, que desembocaría en la Guerra Civil.
El general Sanjurjo fue comandante de regulares cosechando sendos éxitos militares, posteriormente estuvo al frente de la guarnición de nuestra ciudad como Comandante General. En 1925 fue el mando militar a cargo del desembarco de Alhucemas, considerado el primer gran desembarco anfibio de la historia contemporánea; al finalizar la campaña, tras la victoria española, fue nombrado jefe de todas las fuerzas militares de Marruecos.
El general Sanjurjo iba a ser el comandante en jefe de las fuerzas sublevadas durante la Guerra Civil, pero falleció 3 días después del comienzo del levantamiento militar, el 20 de Julio, en un accidente aéreo en Estoril (Portugal), provocado por un exceso de equipaje.
