Una mujer melillense ha sido condenada a 2 años y 5 meses de prisión más el pago de una multa de 990 euros por robar documentación bancaria de unos buzones con la intención de, utilizando los datos presentes en las cartas, conseguir el duplicado de una cartilla de ahorro para “desplumar” a la víctima. El 21 de abril de 2016 sobre las 9 de la mañana, la mujer condenada forzó los buzones ubicados en el mismo edificio que sirve de sede al PP, y se dirigió a una sucursal del Banco Santander para perpetrar la estafa, si bien un empleado se percató de la maniobra y avisó a la Policía, que la detuvo. La mujer reconoció los delitos de robo, estafa y revelación de secretos que se le imputaban y la Fiscalía redujo sus pretensiones iniciales, 7 años de prisión. El 21 de abril de 2016, sobre las 9 de la mañana, la acusada, una mujer melillense de entre 40 y 50 años, entró en el portal del edificio donde se ubica la sede del Partido Popular con el objetivo de forzar los buzones para robar de su interior las cartas. La mujer obtuvo del interior de estos buzones toda la documentación bancaria de los vecinos, además de diversas cartas de Cablemel y Telefónica.
Tras perpetrar el robo en el que se hizo con la documentación, la mujer se dirigió a la sucursal del Banco Santander ubicada en la Plaza de España con la intención de utilizar la documentación robada para pedir un duplicado de la cartilla de la perjudicada, paro poder así sacar dinero de su cuenta de manera fraudulenta.
Uno de los empleados del banco ya conocía a la acusada, dado que no era la primera vez que llevaba a cabo esta maniobra (en realidad, tiene hasta 20 antecedentes por delitos relacionados), tanto en nuestra ciudad como en la península, por lo que dio la voz de alarma, avisando a la compañera que estaba atendiendo a la mujer y llamando a la Policía para dar parte del intento de estafa.
La Policía se personó en la sucursal y detuvo a la mujer, encontrando en su poder un total de 19 cartas del Banco Popular, una del Banco Santander y, además, una carta de Telefónica y otra de Cablemel.
El Ministerio Fiscal interesaba para la acusada, en un principio, 3 años de prisión por un delito de robo con fuerza; 4 años de prisión por un delito de revelación de secretos; y 5 meses de prisión más 11 meses de multa a razón de 3 euros diarios por un delito de estafa en grado de tentativa. A pesar de las altas pretensiones iniciales (más de 7 años de prisión y 990 euros de multa) el hecho de que la defensa de la acusada llegara a un acuerdo de conformidad con el Ministerio Fiscal, acuerdo que pasaba necesariamente por el pleno reconocimiento de los hechos, suscitó una significativa rebaja de condena, que finalmente quedó en 2 años y 5 meses, más 990 euros de multa, por los mismos tres delitos. Una vez condenada, la autora de los hechos pidió al juez que le diera la oportunidad de disculparse con la mujer cuya cartilla trató de usurpar, si bien ésta se negó a perdonarla: “a esta señora no la conozco, y no la perdono”, sentenció la perjudicada.
