El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha reconocido que la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) –el órgano encargado de instruir el procedimiento para la concesión de protección internacional– “no tiene la capacidad necesaria” para gestionar las solicitudes que se reciben en la actualidad. Por ello, se ha comprometido a reforzar los recursos humanos y tecnológicos del órgano, subrayando que ese es “uno de los pilares fundamentales” de su Ministerio.
Así lo ha manifestado durante su comparecencia ante la comisión de Interior del Congreso, en la que ha explicado las principales líneas de actuación y prioridades de su departamento tras el cambio de Gobierno con el ascenso de Pedro Sánchez a La Moncloa.
El ministro ha recalcado que la peticiones de asilo “se han multiplicado por doce” desde el año 2012, cuando se registraron 2.588 solicitantes, hasta el 2017, cuando se contabilizaron 31.738. De hecho, ha asegurado que esta “tendencia al alza” continua en 2018, ya que ya que a fecha 27 de junio ya se habían presentado 25.681 peticiones de asilo. Es más, Grande-Marlaska ha augurado que a final de año España alcanzará las 50.000 peticiones.
“Es una evidencia que la Oficina de Asilo y Refugio está en una situación lamentable, tanto de recursos humanos como tecnológicos para la atención de las solicitudes pendientes como consecuencia de los crecimientos que se vienen sufriendo en los dos últimos años”, ha manifestado, para después insistir en la necesidad de “adecuar” la estructura y composición de la OAR, que “está diseñada para gestionar las tareas propias de cuando se creó en el año 1992, pero no para las necesidades actuales”.
