Nerón condenó a muerte a Séneca, al que acusó de conspiración contra él. Séneca le dijo: "Tu poder radica en mi miedo. Ya no te tengo miedo, por tanto, tú ya no tienes poder". No hay que tener miedo, a nada ni a nadie. No hay que temer reinventarse, que es un derecho esencial en toda persona, y no tiene edad. Leo: "El mundo está lleno de nuevas posibilidades para quien tiene el valor de reinventar su destino… porque la única posibilidad de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo imposible". Tan importante es prepararnos para superar algo como creernos que somos capaces de hacerlo. Muchos melillenses deberían repetirse eso todas las mañanas al despertarse, y no olvidarlo después. Nerón condenó a muerte a Séneca, al que acusó de conspiración contra él. Séneca le dijo: "Tu poder radica en mi miedo. Ya no te tengo miedo, por tanto, tú ya no tienes poder". No hay que tener miedo, a nada ni a nadie. No hay que temer reinventarse, que es un derecho esencial en toda persona, y no tiene edad. Leo: "El mundo está lleno de nuevas posibilidades para quien tiene el valor de reinventar su destino… porque la única posibilidad de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo imposible". Tan importante es prepararnos para superar algo como creernos que somos capaces de hacerlo. Muchos melillenses deberían repetirse eso todas las mañanas al despertarse, y no olvidarlo después.
Sobre el machismo-feminismo y el indudable régimen de desigualdad entre sexos, que sigue existiendo en el mundo (en el subdesarrollado mucho más que en el desarrollado), decía John Stuart Mill ya en 1869 que tal régimen desigual "no ha sido nunca fruto de la deliberación, del pensamiento libre o de un conocimiento reflexivo de los medios de establecer el buen orden en la sociedad y el Estado". Si la meritocracia primase sobre el sexo, o sea, si una persona con más méritos, hombre o mujer, ascendiera solo por eso, por sus méritos, sin duda la sociedad y el Estado funcionarían mejor. La política de cuotas obligatorias perjudica, en primer lugar, a las mujeres, además de a la sociedad y el Estado.
¿Qué debe ser un buen político? Un buen solucionador de problemas, consciente de que un problema complejo no tiene una solución simple. Macron decía: estoy aquí, en Francia, para una sociedad abierta. Melilla es una sociedad cerrada. Tiene que dejar de serlo, porque y además, el cambio es lo natural, no lo excepcional.
La "secta de la televisión pública" (JJ Imbroda, MELILLA HOY del pasado domingo). De la televisión y de la radio. Y de tantos y tantos medios de comunicación más. Algunos apoyados por el PP, dicho sea de paso, un paso que explica por qué ahora el Partido Popular está como está, o sea, muy mal. Y aun así, con mas diputados que nadie.
Mario Vargas Llosa, en su novela "El pez en el agua", en la que cuenta su aventura política como candidato a la presidencia del Perú y que tantos políticos españoles liberales ensalzan, escribe sobre la "capacidad de abstraerse de lo circundante para vivir en la fantasía, para recrear con la imaginación", como "una estrategia de defensa contra la amargura", en suma. En la amargura estamos ahora sumidos.
Sabrina Moh "insta a cumplir la ley de memoria histórica" (MELILLA HOY, 2/7/2018). La delegada del Gobierno de España en Melilla sigue actuando -a diferencia de lo que hicieron algunos delegados del Gobierno socialistas anteriores -no precisamente Manuel Céspedes, delegados que, por cierto, mantuvieron una excelente relación personal conmigo y con nuestro periódico- como delegada del PSOE, no del conjunto de los melillenses. Sigue la señora Moh obedeciendo lo que el partido le dice que haga. Sigue perdiendo el tiempo, y el dinero público -que es de todos y que nos resulta muy, muy caro- en fuegos fatuos. Como Pedro Sánchez con sus apoyos terroristas, comunistas e independentistas, que son los que le mantienen en su ansiada presidencia del Gobierno. Una presidencia que no puede ser otra cosa que efímera, a la luz de lo cual esa ansia furibunda de sustituir a todo el que no sea del PSOE de cualquier puesto directivo -como ocurre también en Melilla y a diferencia de lo que acostumbran hacer los pánfilos del PP- vuelve a ser una pérdida de tiempo y eficacia, un despilfarro más de dinero público.
¿Convertir a Ceuta y Melilla en "los CIEs de toda Europa", en campos de refugiados, en sedes de acogida masiva de los rescatados en el Mediterráneo? Según el maremágnum de informaciones en el que se han convertido las redes sociales y los infinitos periódicos digitales, esta fue la propuesta de los países del Este de la Unión Europea, liderados por Bulgaria, que hasta hace unos días ejercía la presidencia de turno de la UE. A Pedro Sánchez parece que, cosa rara, esa propuesta, a la que ha dado pie con su errática política inmigratoria y que es una barbaridad asombrosa, ya le ha parecido demasiado.
No sé si Javier Imbroda ha decepcionado a muchos con su decisión de afiliarse a Ciudadanos en Málaga. A mí sí me sorprendió, porque me quedé con la impresión de que me mintió y que, a lo peor, según otro amigo me había alertado, él tenía razón y, como me dice en un correo, "menudo sándwich le preparan a Eduardo de Castro, C's Melilla". Vuelvo a hablar con Javi. Me explica sus conversaciones con Albert Rivera, que los acontecimientos se han precipitado y que ha tomado una decisión que no entraba en sus planes cuando hablamos la anterior vez, una decisión que no afecta a Melilla. A Javi lo conozco desde hace mucho tiempo, y le vuelvo a creer.
Posdata. Una curiosidad: Cada cuarto jueves de noviembre se celebra la fiesta norteamericana del Día de Acción de Gracias, que parte de un hecho histórico. Cuando el centenar de colonos británicos del Mayflower llegó a Plymouth, Nueva Inglaterra, hoy Massachusetts, allí vivían los indios wampanoag, que, enseñándoles a cazar, pescar y dándoles semillas, les salvaron la vida. Ellos, juntos indios y puritanos agradecidos, dos mundos diferentes que se acababan de encontrar, celebraron una fiesta, que fue la primera Acción de Gracias norteamericana. Similares gracias deberían dar los simpatizantes y votantes del PP a los que han permitido que, en contra -entre otras muchas cosas- de la inoportunamente anunciada opinión/orden de Imbroda, Pablo Casado haya llegado a la final, en la que sería de esperar y desear que, con los apoyos de los que votaron a Cospedal, gane. El PP, y España, necesitan urgentemente un cambio. Casado propone un cambio que puede ser creíble. Soraya no. Los enemigos y competidores del PP, como los "populares" que sólo saben obedecer y abstenerse de "la funesta manía de pensar", prefieren a Soraya. La declaración de Miguel Marín del viernes -los 30 compromisarios del PP local tienen "la obligación y la responsabilidad" de votar a Santamaría"- produce vergüenza ajena.
