La víctima, que estuvo casada con el acusado, ciudadano marroquí, hasta hace algo más de un año, denunció haber sido abordada por este en torno a las 7 de la tarde del pasado día 7 de junio. Según la versión de la víctima, su exmarido la insultó y trató de obligarla a subir a su furgoneta, agrediéndola durante el proceso. Al no conseguirlo, desistió, pero la amenazó con cortale la cabeza y huir a Marruecos. La mujer no denunció hasta el día siguiente, cuando contactó con ella un testigo presencial de los hechos. El acusado negó los hechos y achacó la denuncia a la mala relación existente entre ambos, dado que ya le han absuelto por múltiples causas relacionadas con su exmujer. El Ministerio Fiscal pidió para el acusado 21 meses de cárcel y 6 de alejamiento. Según los hechos descritos por el Ministerio Fiscal, el pasado 7 de junio, sobre las siete de la tarde, se produjo una agresión en las inmediaciones del barrio de las Palmeras, a la altura del puente que cruza el río en dirección a la Carretera de Farhana.
El acusado, quien estuvo casado con la víctima hasta hace algo más de un año (tienen un hijo en común), conducía una furgoneta de su propiedad cuando, presuntamente, abordó a la perjudicada, insultándola desde el coche; a continuación, se bajó de la furgoneta y trató de obligarla a subir por la fuerza, golpeándole tanto las muñecas como la cabeza contra la carrocería del vehículo. Al no conseguir que la mujer entrara en el coche, y dado que otros conductores se habían parado para recriminar al acusado sus actos, el hombre terminó por desistir, volviendo a subirse al coche y amenazando de muerte a la mujer: “te voy a llevar al campillo y te voy a cortar la cabeza”, “te voy a matar y me voy a ir a Marruecos donde no me encuentren”.
La mujer afirmó tener miedo del acusado; “yo a este tío le tengo miedo desde que lo conozco, yo soy la que ha vivido con él, sé lo que es”, afirmó, aunque no denunció hasta el día siguiente, tras encontrarse casualmente con un testigo que había podido ver la agresión y que se ofreció a declarar a su favor.
Denuncia falsa
El acusado, que está actualmente casado con otra mujer y ha sido padre de nuevo, declaró a través del intérprete de los juzgados afirmando que no se encontraba en el lugar de los hechos a la hora en que supuestamente ocurrió la agresión, sino que estaba en Comisaría tratando de denunciar precisamente una agresión que había sufrido por parte del padre de la denunciante aquella misma tarde. El acusado, que aportó el testimonio de un agente de Policía que comprobó mediante el visionado de cámaras que efectivamente había estado en Comisaría a las 19:32, achacó la denuncia a la nefasta relación que tiene con su exmujer, a quien acusó de haberle interpuesto hasta 14 denuncias desde el fin de la relación entre ambos.
Además, 3 días antes de los hechos el acusado le había ganado un juicio a la hermana de la denunciante, lo que, según su versión, habría motivado esta nueva denuncia.
El Ministerio Fiscal dio validez a la declaración del testigo presencial e interesó para el acusado la imposición de una pena de 1 año de prisión más 3 años de alejamiento por un delito de lesiones en el ámbito de la violencia de género, 9 meses más otros 3 años de alejamiento por un delito de amenazas y 10 días de localización permanente por un delito leve de injurias. La acusación particular se sumó a la petición del Ministerio Fiscal.
La defensa pidió la absolución del acusado, justificándola en la mala relación existente y en la existencia de multitud de denuncias por las que el acusado ya había sido absuelto. La defensa destacó el hecho de que la perjudicada afirmara que durante la relación nunca la agredió, pero que nada más finalizar la misma hayan comenzado los malos tratos. Además recordó que el parte médico no refleja lesión alguna, “sólo dolor”.
El acusado utilizó la última palabra para afirmar que el testigo presencial había mentido, ya que sí conocía a la perjudicada, “es amigo de su padre, estuvo en nuestra boda”.
