Una avería eléctrica en la planta desalinizadora ha obligado a la Ciudad Autónoma a reducir el suministro público de agua, por lo que la presión del agua será más baja por las tardes y las noches hasta que esta incidencia técnica, que impide el funcionamiento de esta infraestructura, pueda ser reparada, lo que podría tardar varios días. En una nota de prensa, la Consejería de Coordinación y Medio Ambiente informó de que esta circunstancia ha dado lugar a que, frente a los 38.000 metros cúbicos de agua que se suministran a diario entre la planta desalinizadora y los pozos, ahora la red pública solo cuenta con unos 16.000 metros cúbicos de los pozos.
Ello “hará imprescindible” reducir la presión en el suministro de agua durante ciertas horas de la tarde y la noche los próximos días, hasta que sea reparada la avería mediante una actuación de emergencia que ha puesto en marcha la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), lo que “puede tardar varios días”.
La incidencia empezó el jueves por la tarde, cuando se produjo un problema en la línea eléctrica de la CHG, presumiblemente por un apagón que tuvo a parte de la ciudad sin corriente. Esta avería ha dejado sin suministro eléctrico tanto a la planta desalinizadora como a las instalaciones del pantano de las Adelfas.
Segunda línea eléctrica
La Consejería de Coordinación y Medio Ambiente está reiterando sus “constantes demandas” para que se lleve a cabo, como obra inmediata y de emergencia, una nueva línea de acometida eléctrica a la desalinizadora, tanto a la CHG como a la Dirección General del Agua.
En este sentido, recordó que la Ciudad Autónoma “es el cliente que recibe el agua de la desalinizadora y el pantano de la CHG, organismo dependiente de la Dirección General del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica, y la distribuye a los abonados de Melilla”.
