La subida del 50 al 60 % de la bonificación al IRPF en Melilla, medida que ha entrado en vigor con la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018 con efectos retroactivos desde el 1 de enero, supondrá un ahorro fiscal para los ciudadanos de unos 3 millones de euros anuales.
En rueda de prensa, el presidente melillense, Juan José Imbroda, destacó ayer la importancia de esta medida, que es “una gran noticia” porque los ciudadanos “notarán” el ahorro, que se quedará “en sus bolsillos”, favoreciendo así un aumento del consumo y de la actividad económica.
Eso, a su vez, también repercutirá en el empleo y la creación de riqueza, indicó Imbroda para incidir en esta medida, ya que “luego la gente en la calle no se entera” a pesar del ahorro que permitirá, variable en función de las retribuciones de cada uno.
Puso varios ejemplos para que se pueda ver el impacto de esta medida, al apuntar que aquellos que ganen 2.500 euros al mes, se beneficiarán de un ahorro de 650 euros al año, y “si ganan 3.500 euros, el ahorro será de 1.100” en impuestos, lo cual “se nota”.
Pese a ser una “medida espectacular”, lamentó que el PSOE votara en contra al rechazar los PGE en el Congreso en la primera votación, aunque “después de la moción de censura, se arrepintieron y votaron a favor”, al igual que ocurrió con otras, como la subida del sueldo a los funcionarios.
La idea es subir hasta el 75%
Imbroda avanzó que este aumento de la bonificación en un 10 %, hasta el 60 %, formaba parte, en realidad, de un incremento mayor a medio plazo, con el objetivo de que alcanzara el 75 % en varios años, para lo que la Ciudad Autónoma ya había acordado con el anterior Gobierno que se subiría otro 10 % en 2019.
