El Ministerio Fiscal solicita una pena de 3 años de prisión a una mujer por un delito de lesiones al fracturarle el húmero en una discusión y dejarle secuelas a la demandante. La acusada expresó que tuvieron una pelea porque su amiga quería seguir bebiendo pero ella no y empezó a tirarle del brazo. El policía que actuó esa noche aseguró que la pelea fue mutua y tuvo que llevar a la demandante a casa por su estado de ansiedad y no dejaba de quejarse de los dolores. La víctima reclama una indemnización de 4.050 euros en daños y de 7.200 euros por las secuelas que le han dejado las lesiones. Los hechos ocurrieron el 31 de julio de 2016, según Fiscalía, dos amigas que vivían juntas, ya que una de ellas le tenía la habitación alquilada, fueron a la playa y luego decidieron ir a beber a un bar del Centro. Cuando estaban en la puerta del Parque Hernández, una de ellas quiso seguir bebiendo y la otra se negó, por lo que, provocó una discusión entre ambas.
Declaraciones
La acusada afirmó que la demandante le alquiló una habitación y estaba viviendo en su casa. El día de los hechos, explicó que estuvieron bebiendo y su amiga quiso seguir bebiendo en otro local pero ella se negó. Añadió que, la mujer le tiraba del brazo y ella se chafaba hasta que cayó al suelo.
Además, declaró que no volvió a su casa esa noche y que no tenían ninguna relación de enemistad. En esta línea, señaló que la víctima "bebía mucho alcohol y que mezclaba medicamentos con la bebida habitualmente". Aseguró que, hacía de enfermera, le bañaba y le ayudó en ocasiones a acostarse porque vivían en un cuarto piso sin ascensor.
La investigada dejó claro que no la tiró al suelo ni le dijo que le dolía el hombro, apareció la policía y se llevaron a la amiga a casa. También, manifestó que la víctima le llamó a los 3 días por si podía bañarla y accedió. Recogió sus cosas y destacó que la demandante le pidió que volviera diciéndole "Te vas a arrepentir".
La víctima explicó que esa noche salieron a beber copas y ella quiso irse a casa pero la amiga quería seguir bebiendo. "Me agredió en la puerta del Parque Hernández aunque ya me había agredido dos semanas antes", dijo.
Además, contó que empezó a golpearla, le dio patadas, le agarró del cuello y del brazo para tirarla y le rompió el húmero. Añadió que, le decía "Puta, guarra, depresiva" hasta que los vecinos llamaron a la Policía.
Uno de los agentes le llevó a su casa y al día siguiente fue al Hospital para que le vieran los médicos ya que tenía roto el húmero. Le dijeron que tenía que operarse pero se negó. "Perdí la movilidad, no puedo levantar el brazo izquierdo entero, estos son consecuencias de la agresión", expresó.
El médico que redactó el informe afirmó que las secuelas que tiene la víctima es porque se le fracturó el húmero por los golpes. Además, explicó que recibió un tratamiento conservador de ibuprofeno y cabestrillo porque no quiso operarse. "Estuvo impedida un mes y medio", dijo.
Sobre las secuelas, aclaró que si la demandante se hubiera operado quizás hasta tendría más porque la operación quirúrgica tiene "sus riesgos y complicaciones en el húmero".
Uno de los policías que actuó esa noche, expresó que se personaron cuando la pelea ya había terminado y ninguna de las dos quiso asistencia médica ni poner una denuncia. Además, explicó que llevo a la víctima a su casa por su estado de ansiedad y se quejaba de que le dolía "todo" porque "la pelea fue fuerte".
La defensa pide la absolución absoluta
La fiscal expresó que la declaración de la víctima fue clara; contundente: objetiva y subjetiva sobre cómo sucedieron los hechos, el policía aseguró que le dolía “todo” y la agresión es compatible a las lesiones que padece la demandante. Además, expresó que la víctima le denuncia por las secuelas ocasionadas como la fractura del húmero y el hecho de que se quiera operar o no, depende de la persona.
La defensa pide la absolución ya que expresó que las agresiones "no se ven que se las pudo hacer" y dudan de la versión de la víctima porque fue al día siguiente al médico y no la misma noche. Añadió que, no hay delito de lesiones, ni operación ni rehabilitación, no procediendo esa indemnización. Además, resaltó que las declaraciones eran "inverosímiles", no pudiendo determinar cómo, cuándo y dónde.
