El portavoz de Ciudadanos (Cs) en la Asamblea de Melilla, Eduardo de Castro, expresó ayer su “felicitación” al Gobierno por su anuncio de reforzar la vigilancia de la valla de Melilla con 20 agentes de la Guardia Civil del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS), si bien consideró que en realidad “hacen falta muchos más” para impermeabilizar la frontera entre España y Marruecos.
En rueda de prensa, De Castro recordó que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado llevan tiempo pidiendo más recursos técnicos y humanos en la frontera para hacer frente a la presión migratoria, lo cual “no es un capricho”, sino una necesidad que solo se entiende estando en las dos ciudades autónomas.
“La realidad de Ceuta y Melilla no es como la de otras ciudades españolas”, afirmó De Castro, que también se hizo eco de las reivindicaciones de sindicatos policiales y asociaciones de la Guardia Civil cuando reclaman “mejores políticas y más implicación de la Unión Europea” porque “saben que es esencial”.
El Gobierno, paralizado
Sin embargo, lamentó la actitud del Gobierno de Pedro Sánchez ante el salto masivo del pasado jueves, en el que su trabajo “ha brillado por la ausencia” y “ha dejado paralizado al Ejecutivo en bloque”.
“Ni visitas, ni anuncios ni reformas”, criticó De Castro antes de recordar que “Pedro Sánchez se ha ido de vacaciones después de esta entrada muy violenta”, y ante la cual secundó las declaraciones “tajantes” del líder de Cs, Albert Rivera, que pidió “menos críticas a España y la Guardia Civil y más políticas migratorias efectivas”.
“La presión migratoria es tanta, que si no se controla, nos va a desbordar”, alertó De Castro, que también advirtió de que si Europa no protege sus fronteras exteriores, “no habrá libertad para las interiores”.
Comparación con Salvini
Además, se mostró partidario de una inmigración regulada y con papeles, “no la que obedece a los intereses económicos de las mafias”, al tiempo que rechazó la comparación del Gobierno de PP y Cs con el discurso del ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, lo que calificó de “una auténtica tontería” a la que recurre “cuando no se tienen razones”.
