El presidente del Gobierno, José María Aznar, anunciaba que en su agenda no tenía hueco para visitar Melilla, en respuesta a la invitación de Enrique Palacios, presidente de la Ciudad Autónoma. El jefe del Ejecutivo local no dudaba en que la razón no era otra que la negativa de Marruecos a permitirle la visita a nuestra ciudad.
La negativa del Gobierno Palacios de negociar las condiciones laborales de los trabajadores de la Ciudad Autónoma con la FSP-UGT llevaba al sindicato a presentar una demanda de tutela de libertad sindical. Los juzgados estudiaban el caso y de dar la razón a los sindicatos podría conllevar la declaración de nulidad de los acuerdos laborales dictados por la Ciudad.
Cuatro centroafricanos saltaban la valla perimetral. El presidente del Gobierno, José María Aznar, anunciaba que en su agenda no tenía hueco para visitar Melilla, en respuesta a la invitación de Enrique Palacios, presidente de la Ciudad Autónoma. El jefe del Ejecutivo local no dudaba en que la razón no era otra que la negativa de Marruecos a permitirle la visita a nuestra ciudad.
La negativa del Gobierno Palacios de negociar las condiciones laborales de los trabajadores de la Ciudad Autónoma con la FSP-UGT llevaba al sindicato a presentar una demanda de tutela de libertad sindical. Los juzgados estudiaban el caso y de dar la razón a los sindicatos podría conllevar la declaración de nulidad de los acuerdos laborales dictados por la Ciudad.
Cuatro centroafricanos saltaban la valla perimetral.
