El portavoz de Ciudadanos (Cs) en la Asamblea, Eduardo de Castro, denunció ayer que Melilla está “abandonada” en cuestiones clave como la seguridad y la limpieza, y reclamó al Gobierno de la Ciudad Autónoma menos “medidas de maquillaje” y más soluciones reales porque es lo que demandan los vecinos. En rueda de prensa, De Castro se refirió a las visitas que su grupo parlamentario ha realizado recientemente a la Plaza Ramiro de Maeztu, situada en el barrio de Cabrerizas, y a la calle General Astilleros, junto a la frontera de Beni-Enzar, donde los vecinos les ha trasladado los problemas que sufren. En el caso de la Plaza Ramiro de Maeztu, De Castro se refirió a las “reuniones nocturnas” que se producen por parte de jóvenes que acuden a jugar al ping pong y causan molestias a quienes intentan dormir en las viviendas cercanas, así como la “falta de civismo” de quienes no respetan las señales de tráfico en la zona.
De Castro hizo hincapié especialmente en el exceso de velocidad de los vehículos que circulan por la zona, pese a que debería haber una limitación de 20 km/h por ser una zona residencial con un parque infantil al que acuden muchos niños cada día, por lo que consideró “extraño” que no se haya producido ya “una desgracia irreparable”.
Además, la formación naranja aseguró que en dicha plaza hay un establecimiento comercial que no respeta los horarios estipulados y se mantiene abierta de madrugada, lo que concita a personas que “trapichean” con estupefacientes y protagonizan peleas entre sí, una de ellas reciente en la que se agredieron con catanas.
Pide medidas
De Castro lamentó que la Policía, pese a ser “conocedora” del problema, no le ha puesto solución, lo que ha generado el temor entre los vecinos, muchos de los cuales han recibido amenazas por parte de estos individuos cuando les han llamado la atención por su comportamiento.
“Es intolerable que un vecindario viva con miedo por la presencia de individuos pendencieros”, aseveró el portavoz de Cs, que ya ha reclamado una solución a estos problemas en la Comisión de Medio Ambiente y Fomento celebrada hace unos días, en la que De Castro asegura que obtuvo el compromiso del consejero de Medio Ambiente de buscar soluciones.
Entre ellas, la instalación de pasos de peatones elevados para evitar el exceso de velocidad en la zona, y también una posible reorganización en la plaza multifuncional inaugurada hace escasos seis meses en la Plaza Ramiro de Maeztu para que las mesas de ping pong estén más apartadas de las viviendas y no molesten a los vecinos.
Cs también pide que se vigile el cumplimiento de las ordenanzas por parte de los establecimientos comerciales de la zona para solventar otros de los problemas, al igual que sucedía en la calle General Astilleros con la ocupación de la vía, la venta ambulante y la venta de alcohol en establecimientos no autorizados, ya que eso provoca problemas a los vecinos.
Eduardo De Castro dejó claro que no es oportunismo, sino una “política útil” que piensa llevar a cabo su formación política, por lo que aseguró que seguirán recorriendo todos los barrios de Melilla y entrevistándose con sus vecinos para conocer sus problemas e inquietudes y trasladarlas a los órganos oportunos para intentar darles solución.
General Astilleros
En este sentido, dijo alegrarse de que la Delegación del Gobierno haya anunciado que adoptará medidas de seguridad en la calle General Astilleros para regular el tránsito de vehículos de la Operación Paso del Estrecho (OPE) hacia la frontera de Beni-Enzar, lo que estaba generando numerosas molestias que se han visto reflejadas en varios vídeos virales grabados a altas horas de la noche.
Para Cs, después de que el PP lleva 18 años en el Gobierno de Melilla “no es hora de estudiar los problemas, sino de dar soluciones”, ya que a su juicio, la ciudad está “abandonada” en cuestiones clave como la seguridad y la limpieza, con “calles que rebosan suciedad” por “la mugre acumulada de meses y años”, de ahí que pida que se cumpla el contrato recién adjudicado.
Sobre el tráfico, lamentó que hay calles de Melilla que “parecen un circuito de carreras” por el exceso de velocidad, aunque también criticó el mal estado del asfaltado de algunas calles.
