El presidente abordó en una entrevista concedida a RTVE el que es, actualmente, el problema migratorio de mayor índole en nuestra ciudad: la excesiva afluencia de menores extranjeros no acompañados o MENAS. Según Imbroda, la situación es crítica, toda vez que hay “casi 1.000” jóvenes en la ciudad, cuando los centros no tienen capacidad para acogerlos, hasta el punto en que se han tenido que instalar tiendas de campaña. Imbroda calificó el problema como de tipo migratorio -”no es un problema de protección de menores”- y afirmó que se solucionaría si se obligara a Marruecos a cumplir con los acuerdos vigentes y aceptar a sus menores de vuelta en su territorio. Melilla es uno de los lugares de España que más Menores Extranjeros No Acompañados (MENAS) concentra, en torno a un millar, concretamente.
El presidente Imbroda valoró la gravedad de esta realidad haciendo una comparativa con la reacción de Andalucía “que pone el grito en el cielo porque tiene 3.000 en todo su territorio, cuando en Melilla tenemos casi mil en 13 kilómetros cuadrados y estamos batiendo todos los récords”.
Hasta tal punto llega la crisis actual que la “presión insoportable” de los menores extranjeros ha obligado a intervenir al ejército, que ha colaborado con Bienestar Social desplegando tiendas de campaña en los centros de asistencia “porque ya no cabía más gente”, afirmó el presidente. Unos centros que están habilitados para acoger a 300 inmigrantes, “y se están haciendo cargo de unos 800”, según aseguró el presidente Imbroda, quien instó al Gobierno a dar una solución a tal situación, acabando con las “buenas palabras” y las “buenas intenciones” y pasando a “ponerse manos a la obra” y a tomar “decisiones serias” que sirvan para afrontar lo que considera como un “problema de Estado”.
El presidente habló sobre el proceso que siguen los menores que llegan. Según Imbroda, los jóvenes se presentan en los centros, llevados por la policía local o los educadores de calle, si bien “hay una minoría” que no quieren ser acogidos y que “campan por las calles”, lo que supone un peligro “sobre todo para ellos”, por lo que aprovechó para hacer un llamamiento a aquellos que alentan a que los jóvenes sigan en la calle; “estos chicos asumen muchos riesgos, porque tratan de meterese en los barcos como polizones”.
Imbroda, pese a que destacó que la ciudad pone recursos a disposición de los menores, insistió en que la capacidad del sistema está absolutamente sobrepasada.
El presidente cifró el coste de la atención de los menores en “14-15 millones de euros al año”, y se mostró cauto ante la propuesta de Pedro Sánchez de que todas las Comunidades Autónomas se repartan a los menores; “yo estuve en la reunión y lo que hubo fue una declaración de intenciones, aunque hasta ahora no se ha concretado nada”, por lo que “el Gobierno tiene que ponerse las pilas”, aunque reconoció no saber cómo se iba a llevar a cabo esta medida, toda vez que la tutela de los menores depende de las Comunidades Autónomas; “dependerá del grado de solidaridad de las Comunidades Autónomas, para ver qué solución ofrecen espontáneamente o que les obligan a hacer”, dado que la situación en Melilla es “angustiosa”.
“Yo entiendo a Andalucía, pero lo que está ocurriendo en Melilla es una barbaridad”, sentenció el máximo mandatario local.
Rechazo de Marruecos
Según Juan José Imbroda, Marruecos está rechazando el derecho de retorno de sus propios menores, unos jóvenes que están “perfectamente documentados”; “sabemos donde viven, quienes son sus padres, todo… pero hay un acuerdo que Marruecos no está haciendo bueno”, aseguró el presidente, quien recordó que Melilla no puede convertirse en “un tapón” y que “no hay medios suficientes” para poder atender a los menores como se merecen; “no cabemos”, insistió el presidente.
La solución de esta crisis pasa, según Juan José Imbroda, precisamente por la devolución de los menores a su país de origen: Marruecos, “porque esto no es un problema de protección al menor, sino una inmigración, y al final acabaremos reagrupando a estas familias aquí en España”.
“Hay que forzar a Marruecos a que acepte la devolución de sus menores”, concluyó Imbroda.
