La Ciudad Autónoma de Melilla insistió ayer en que el Gobierno de España debe dar “una respuesta inmediata a los melillenses” sobre “el hecho hostil tan grave que ha hecho Marruecos” con su decisión unilateral de cerrar la aduana comercial de la frontera de Beni-Enzar, que llevaba 60 años funcionando. En rueda de prensa, el portavoz de la Ciudad Autónoma, Manuel Ángel Quevedo, insistió en la gravedad de la situación que se está dando tras esta medida, y consideró que, si es verdad que el Gobierno de España lleva dos meses trabajando en este asunto, “tiene la obligación de decir qué está haciendo”.
“Esto no es una cuestión ni del primer día ni del segundo, estamos a 17 de agosto y el Gobierno tiene que empezar a decir en qué terreno estamos jugando”, dejó claro Quevedo para responder a la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, en su afirmación de que está realizando un trabajo “callado pero intenso”.
“Ustedes no han hecho nada”, contestó Quevedo, en cuya opinión este asunto “no es algo menor para que nos despachemos todos los días con la sonrisa de la delegada y que diga que está trabajando ocultamente”.
Por ello, instó al PSOE y al ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, a que “digan algo de lo que ha hecho unilateralmente Marruecos” en la frontera comercial, al tiempo que afirmó que a la Ciudad Autónoma no le parece de recibo ni se conforma con la respuesta de Sabrina Moh.
De hecho, se mostró convencido de que, si el PSOE estuviera en la oposición, tampoco aceptaría “para nada” una salida de este tipo como la que ha tenido en el Gobierno.
