El portavoz de la Ciudad Autónoma, Manuel Ángel Quevedo, expresó ayer la extrañeza del Ejecutivo de Melilla por la valoración positiva que hizo el jueves la Plataforma de Empresarios tras reunirse con la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, para hablar sobre el cierre de la aduana y la frontera, habida cuenta que la situación “es evidente que es peor que cuando en mayo gobernaba el PP” porque la situación en la frontera de Beni-Enzar es “catastrófica” y se ha cerrado la aduana comercial.
Sin embargo, recordó que con el Gobierno del PP, la Plataforma convocó una manifestación en marzo con el lema “Melilla se muere” y otra en mayo pidiendo agilidad en la frontera, por lo que se preguntó “qué vara de medir es esta” cuando sale “absolutamente satisfecha” habiendo diez bateas “tiradas en tierra de nadie” por el cierre de la aduana.
A su juicio, este “cambio tan radical” de actitud de la Plataforma con el Gobierno del PSOE respecto a la que mantuvo con el PP puede deberse a la influencia que recibe por parte de uno de sus miembros, la asociación de comerciantes fronterizos Acsemel, que es “el brazo empresarial de CPM”.
Además, destacó otra diferencia entre ambas etapas, y es que el contacto con los empresarios en la etapa del Gobierno del PP eran “reuniones de trabajo de verdad”, en las que estaban presentes los máximos responsables de ambas administraciones, entidades empresariales y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, cosa que con el Gobierno del PSOE no ocurre.
En este punto, dejó claro que si existe una mejora de la situación en el paso fronterizo de Barrio Chino, tal y como reconoció anteayer la Plataforma en la reunión, se debe al “trabajo arduo pero provechoso” que se hizo con el anterior Gobierno del PP y la colaboración de la Ciudad Autónoma para regularizar el transporte de mercancías mediante furgonetas.
En este punto, preguntó al Gobierno del PSOE si piensa llevar a cabo el proyecto de construcción de una plataforma de intercambio de mercancías en la frontera de Barrio Chino, impulsado por la Ciudad Autónoma y comprometido por los ministerios de Fomento e Interior del Ejecutivo de Rajoy, ya que esa era “la solución” para dicho paso fronterizo que, además, estaba “muy avanzada”.
