La Secretaría de Estado de Seguridad, dependiente del Ministerio del Interior, ha emitido un comunicado dirigido a todos los delegados del Gobierno de la Administración Periférica del Estado para ordenar la activación de las recomendaciones de autoprotección recogidas en la instrucción 6/2017, a raíz del intento fallido de atentado contra los Mossos d’Esquadra en Cornellà de Llobregat el pasado lunes a primera hora de la mañana. Las recomendaciones de autoprotección no sólo afectan a Guardia Civil y Policía Nacional, sino también a las policías locales y autonómicas y a los empleados del sector de la seguridad privada. Uno de los mayores riesgos actuales es la posibilidad de que se produzca un atentado con arma blanca o vehículo.
La Secretaría de Estado de Seguridad, dependiente del Ministerio del Interior, ha emitido un comunicado dirigido a todos los delegados del Gobierno del país para la activación de las recomendaciones de autoprotección, especialmente en el caso de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Dichas recomendaciones de autoprotección vienen explicitadas en la instrucción 6/2017, si bien el contenido de las recomendaciones dirigidas a Guardia Civil y Policía Nacional no es accesible para los medios, ya que está clasificado con el grado de “difusión limitada” (el grado más bajo de clasificación de seguridad estipulado por la normativa relativa a la protección de la información).
Tras el intento de atentado contra una agente de los Mossos d’Esquadra en una comisaría de Cornellà de Llobregat, en Barcelona, se reunió la Mesa de Evaluación de la Amenaza Terrorista, que decidió mantener el nivel de alerta en 4 y todas las medidas preventivas de seguridad actualmente en ejecución.
Consecuentemente, y atendiendo a los informes de inteligencia disponibles, la Secretaría de Estado de Seguridad ha instado a los directores generales de Policía y Guardia Civil a que se pongan en marcha los mecanismos dirigidos a la impartición de las instrucciones oportunas para que los miembros de los Cuerpos de Seguridad extremen las medidas y recomendaciones de autoprotección ante la posibilidad de que se produzcan nuevos atentados terroristas.
Estas recomendaciones no sólo van dirigidas a Policía Nacional y Guardia Civil, sino que también afectan a los agentes de seguridad privada y las policías locales y autonómicas.
Autoprotección Local
Si bien las recomendaciones de autoprotección dirigidas a Guardia Civil y Policía Local son “material clasificado” (por motivos de seguridad nacional), las dirigidas a la Policía Local sí son públicas e incluyen prestar atención durante el patrullaje a las personas que vistan ropa que no se corresponda con la época del año o que vayan excesivamente abrigadas, ya que podrían portar un arma o explosivos; no relajar las medidas de seguridad en cualquier intervención que implique proximidad física; y extremar la protección y disminuir la exposición en servicios policiales a requerimiento cuando la situación no se corresponda con lo requerido, para evitar que los agentes sean llevados a una trampa.
Además de estas medidas, la Secretaría de Estado de Seguridad advierte de que la mera presencia de un control policial estático puede no sólo no resultar disuasoria, sino convertirse en un potencial objetivo terrorista, por lo que se recomienda complementar el control estático con patrullas dinámicas, así como utilizar los vehículos como barrera (a falta de otros elementos de protección física), siempre prestando especial atención a los vehículos que circulen en las inmediaciones.
Además, se recomienda aumentar el control sobre todas las personas que accedan a las dependencias policiales, restringiendo su libertad de movimientos por las mismas.
En el caso de que el atentado ya haya tenido lugar y la Policía Local sea la primera en llegar al lugar de los hechos, las recomendaciones de la Secretaría de Estado de Seguridad se centran en el aislamiento de la zona del incidente, la intervención para “reducir o anular” las fuentes de peligro y la recopilación de toda la información posible acerca de la naturaleza del ataque para su posterior transmisión a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a las que los agentes locales deberían prestar “todo el apoyo que requieran”, incluyendo la constitución de un círculo de seguridad.
Vehículos y armas blancas
El auge en la frecuencia de atentados de corte yihadista en Europa está directamente relacionado con el cambio en las tácticas empleadas para la comisión de los ataques. Mientras que un atentado con explosivos o armas automáticas requiere de conocimientos técnicos y tácticos, dinero, tiempo y organización, un atentado perpetrado utilizando un cuchillo de grandes dimensiones o una furgoneta no requiere más que voluntad.
La utilización de vehículos y armas blancas ha sido “popularizada” por el Estado Islámico, que se caracteriza por un modelo de radicalización “en diferido” al que estos métodos se ajustan a la perfección; si bien los atentados con vehículos o armas blancas son potencialmente menos letales que aquellos perpetrados con armas o explosivos, el impacto en la población civil es incluso mayor, dado que generan una sensación de indefensión difícilmente contrarrestable, precisamente por su sencillez.
