Dicen que la frase: “Escribir en España es llorar”, algunos creen que la dijo Mariano J. de Larra, y por lo visto no fue así, que lo que escribió fue: “Escribir en Madrid es llorar, es buscar voz sin encontrarla, como en una pesadilla abrumadora y violenta”. Esta última bien podría yo parafrasearla con nuestra ciudad. Me refiero a los casi 15 años, en que persistentemente, como una vulgar mosca cojonera, vengo reivindicando la denominación de La Purísima como: “CEMENTERIO NACIONAL DE HÉROES DE ESPAÑA”.
Y quizás alguien en mi lugar, podría sentirse harto, cansado o aburrido hasta la saciedad de esa reivindicación, buscando una respuesta, que nadie escucha. Bueno, pues yo les garantizo, que ni estoy harto ni aburrido, pero sí apenado, no por el ninguneo y la desidia que me tienen desde la Consejería de Cultura de la Ciudad: la pena es que los restos de nuestros Héroes, que defendieron la ciudad durante más de 5 siglos, que todos admiramos orgullosamente, descansan en esos gloriosos patios, dándome la impresión de que están abandonados por la clase política que la dirige en la actualidad. Claro que al menos sus actuales compañeros, militares, cada año les rinden el merecido homenaje, que para mí, lamentablemente, eso no me basta, porque deben saber un curioso dato: que no existe en todo el territorio nacional un cementerio donde se encuentren enterrados más Caballeros Laureados que en el nuestro de La Purísima. Eso es una realidad tan evidente, que pueden comprobarlo en los libros de Historia.
También, como todo el mundo sabe, nuestro Camposanto está enclavado en el sector de la ciudad, denominado como Bien de Interés Cultural, R.D. 2753/5.12.1986: “…lo que lo convierte en un espacio protegido que asegura su futuro, para garantizar así también la memoria de su pasado”.
Por otra parte existe una metopa de la Commonwealth War Graves Commission, CWGC (Comisión de tumbas de Guerra de países de la Commonwealth), agradeciendo a la ciudad de Melilla, el enterramiento de 9 aviadores británicos, que se accidentaron en Tres Forcas, y que reposan en nuestro Cementerio, desde junio de 1944.
Yo creo que como las competencias del Área de Cultura las tiene esa Consejería, pienso que la persona, u organismo, que posee esa metopa, debiera entregarla para ser colocada en el zaguán del Cementerio, adherida a una gran lápida, junto a otra de similares dimensiones, traducida al castellano, y acto seguido, reunirse y llegar a un acuerdo para que ese sagrado recinto sea denominado: “CEMENTERIO NACIONAL DE HÉROES DE ESPAÑA”. Y olvidarse de fotos, alharacas, y de “medallas colganderas”.
Y sobre la campanita que no tañe, creo que debieran descolgarla de donde se encuentra escondida, como de “esquinilla”, y darle una limpieza y que brille, como al soporte que la aguanta. Porque deben saber que esa campanita “muda”, era la que tañía en el Cementerio de San Carlos de la Alcazaba, y trasladada a éste de la Purísima en su inauguración el 1.01.1892. Y una vez brillante como los “chorros del oro”, colgarla frente a esa lápida con las dos metopas, en el mismo zaguán. Para así recuperar los toques de difuntos como se hacía en décadas anteriores, como el “Defunstos ploro”, o “lloro a los muertos”, de diez toques pausados hasta que el difunto es conducido por el atrio o zaguán, hasta la entrada del sagrado patio.
A mi me encantaría saber qué problema existe para que esa denominación tan gloriosa y bella, no se lleve a cabo. La Ciudad ganaría en Historia, la gente leería más sobre el tema, y las visitas al Cementerio y Panteones, se multiplicarían. Porque si las competencias para llevarlo a cabo, las tiene la Consejería de Cultura, creo que el coste sería solamente la lápida grande, donde estarían pegadas la británica de la Commonwealth y la nuestra traducida. Y sobre la limpieza de la campanita “muda” que no tañe, que está hecha un asquito, creo que con 5 litros de vinagre, dos kgs. de limones exprimidos, y un estropajo de estopa (no metálico), y un funcionario del Cementerio, en sus horas de trabajo, dale que dale, la dejaría más brillante que una patena. Pero empleándose con ahínco en el interior y en el badajo, que es lo que más se ve desde abajo. Apuesto que saldría más barato que lo que cuesta la Semana Náutica, o los viajes oficiales de algunos políticos a la Península. Y fíjense lo que ganaríamos en Cultura, y lo que fardaríamos los melillenses que residimos fuera: “…En mi ciudad tenemos un Cementerio de Héroes, con más Caballeros Laureados que en ninguna otra de España, y quizás del mundo mundial…”. ¡Toma ya!.
Todo esto que he escrito: ¿Caerá en saco roto?. Ustedes, como “notarios” lectores, podrán dar fe. ¡Ah!, señora Mohatar: salude en mi nombre a Napoleón, y usted recíbalo con respeto, de d.e.q.e.s.m..
