La Guardia Civil ha detenido a una decena de inmigrantes que participaron en el violento asalto masivo a Ceuta del pasado 26 de julio, acusados de formar parte de la dirección logística y operativa de los saltos. El cabecilla del grupo, un togolés, agredió a uno de los agentes causándole heridas leves. La Guardia Civil ha informado de que la detención este martes por la mañana de diez inmigrantes en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta ha permitido identificar a los subsaharianos que protagonizaron la “dirección logística y operativa” del asalto violento a la valla de la ciudad el pasado 26 de julio.
El supuesto cabecilla es un togolés que ofreció “fuerte resistencia” y causó heridas leves a un agente cuando fue arrestado. Con la actuación llevada a cabo por la Guardia Civil se ha puesto a disposición judicial a los presuntos responsables del violento salto del 26 de julio, cuando 602 inmigrantes accedieron a territorio español de manera irregular.
Los detenidos proceden de Togo (1), Camerún (2) y de la República de Guinea (7).
A los detenidos se les imputan los presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, atentado contra agentes de la autoridad y lesiones. La detención se llevó a cabo sobre las 8:00 horas de ayer martes, por parte de componentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial y del Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta, con el apoyo del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS).
Fuentes de la Benemérita han explicado a Europa Press que los arrestos se han practicado tras el análisis de las grabaciones de las cámaras de seguridad del vallado que separa la ciudad española de Marruecos y la práctica de otras diligencias de investigación. El titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Ceuta, que estaba de guardia el día del salto, ha decretado el secreto de sumario sobre las actuaciones.
La Guardia Civil recuerda que en dicha intrusión se utilizaron sierras radiales, cizallas y mazos para cortar los vallados de protección exterior e interior, y que estas personas lanzaron a los agentes recipientes de plástico con excrementos y cal viva y emplearon sprays a modo de lanzallamas, piedras y palos; “fue el salto más violento que se recuerda”, según afirmó el director general de la Benemérita, Félix Azón. Además se intervinieron cócteles molotov, así como varias bolsas con hachís. Como consecuencia de la violencia utilizada por los inmigrantes en su intrusión resultaron heridos de diversa consideración 22 guardias civiles, siendo trasladados al Hospital 10 de ellos.
