Desgraciadamente encontrándome en la Localidad de Roquetas de Mar (Almeria), he recibido la luctuosa noticia del fallecimiento de D. Francisco Ruiz Ripoll. Como Presidenta de la Sociedad De San Vicente de Paul “Virgen de La Luz” en Melilla, me gustaría expresar en nombre de todos los componentes de mi Conferencia, mi pequeño homenaje a PACO, vicentino ilustre que ha sabido difundir el espíritu de la Sociedad de SS.VV.PP. a lo largo de más de cincuenta años en esta ciudad, con acierto, cariño y dedicación, ofreciendo valores que hoy día están a la baja, y que son un ejemplo para todos los que pertenecemos a esta Sociedad de San Vicente de Paul. Desde su inauguración, a la que tuve el honor de asistir, dirigió el Albergue de San Vicente de Paul, ubicado en Garcia Cabrelles, refugio de los más necesitados y del que se sentía especialmente orgulloso, dejando con su trabajo un legado, que nosotros las nuevas generaciones, hemos heredado y hemos sabido utilizar para seguir luchando por los más desfavorecidos, aunque a veces no ha sido fácil.
Paco Ripoll dedicó muchas horas de su vida a los más necesitados, por convicción, en detrimento de su familia, recibiendo mucho a cambio, no dinero ni palabras halagadoras, si no, el cariño de las personas a las que ayudaba y recibía en el Albergue de San Vicente de Paul con toda clase de comodidades sin importarle su creo o ideología política, y todo ello con humildad, con los valores que destilaba con sus palabras y que han sentado cátedra en todos lo vicentinos, la entrega a los demás, la sencillez y la humildad.
Yo PACO te pido que desde el cielo y con nuestras oraciones sigas cuidando de todos nosotros, necesitaremos tu fuerza, que nos sigas empujando para seguir adelante en esta tarea, cuando el desaliento nos pueda, nos acordaremos de tus consejos y sobre todo de tus experiencias y enseñanzas, hoy la Sociedad De San Vicente De Paul, se encuentra un poco más huérfana, pero seguiremos desarrollando nuestra labor con el mismo orgullo, sentimiento y admiración, que nos inoculabas con tus vivencias.
Finalmente quisiera decir unas palabras de aliento a todos los miembros de nuestra familia vicentina: “seguid el camino marcado por nuestro señor Jesucristo y San Vicente de Paul, con confianza, con valentía, con alegría. Que sea la regla de nuestra vida en familia, y que vuestra luz brille ante el mundo, de modo que otras personas, viendo como vivís el evangelio, lleguen a creer de verdad, y lleguen también como vosotros a hacer que su fé se verifique en obras de justicia, de amor y de paz.”
Y por último a su familia expresarle nuestras condolencias y me gustaría en homenaje a D. Francisco Ruiz Ripoll, que siempre estará en nuestra memoria y en nuestros corazones, dedicarles una famosa frase que dijo un gran personaje histórico: “ Si ayudo a una persona a tener esperanza, no habré vivido en vano”
