Ni que decir tiene que aunque no nos veamos, bien por la falta de salida por la edad, esa enfermedad rara que no tiene cura alguna, o por las circunstancias en la vida tal como puede ser un cambio de domicilio, o quizá por una jubilación, empezamos a dejar de vernos y esto hace pensar que has cambiado la permanencia o residencia, pero nunca piensas que se hayan ido para siempre, porque esto duele y te hace pensar que tú (yo) estás con un pié aquí y otro allá, y más aún si haces números con los dedos de tu mano… y es entonces cuando acobardado, piensas.
Es el caso hoy de que Francisco Pérez Repolla, nuestro conocido banquero y vecino que fue, al que llevaba unos años sin verle, me hizo pensar que jubilado se había ido a la Península, cuan es mi sorpresa que leo de su fallecimiento; Francisco, siento que te hayas ido al allá, echaba de menos tu saludo de mano sincera y voz de trueno que tanta envidia me daba por no tenerla yo, a pesar de ser "primos hermanos" que el Ripoll catalán es el Ripio castellano. Un abrazo Paco.
Pero no quedó el sentimiento ahí, que cuando nos encontramos también con el fallecimiento de nuestra amiga Nuria Quiles, se nos calló el alma a los pies; Paco, su marido, estará destrozado y por supuesto toda la familia, pero conociendo durante el tiempo que fuimos compañeros, él y yo, su forma de ser, esa que te hace callar pero que te cuece por dentro, pienso cómo estará.
Nuria, que era mujer dinámica y capaz, demostrado está, cuando veía a mí "yosuhombre" la decía, "le llevas hecho un pincel"; ahora te vamos a echar de menos Nuria, nos va a faltar esa tu salsa con la que nos alegrabas el corazón y nos hacías más jóvenes. Seguiremos pensando que estás de viaje y que nos saludaremos "a la vuelta de la esquina".
Me alegró mucho ver como ambas iglesias se llenaron de amigos todos. Yo os digo que no nos olvidaremos de vosotros, cada uno con su peculiaridad, de alguna manera calasteis en nosotros vuestros conocidos y amigos. Os diría que descanséis en paz, un decir de buena voluntad hacia vosotros, pero prefiero decir "hasta la vuelta" con un fuerte abrazo. Que me suenan en los oídos vuestro tono de voz tan expresiva.
Fuertes abrazos, nos veremos si Dios quiere.
