La celebración del Día del Niño en la feria de Melilla se convirtió, un año más, en el reclamo perfecto para que las atracciones, en especial para los más pequeños, soportaran largas colas de espera. La ocasión la merecía y es que según las previsiones de la Viceconsejería de Festejos, pactado con los feriantes, se aplicaría una reducción en el precio de cada viaje de entre el 30 y el 50 por ciento según el tipo de atracción.
Al reclamo de estos precios, ayer aumentó considerablemente la presencia de pequeños en la zona de cacharritos de la feria, a pesar de que para subir tenían que esperar más de quince minutos. Como en anteriores ediciones algunos padres se quejaron de que aunque efectivamente el precios estaba rebajado, la duración del viaje en algunas atracciones era ligeramente inferior a la de las jornadas anteriores. La celebración del Día del Niño en la feria de Melilla se convirtió, un año más, en el reclamo perfecto para que las atracciones, en especial para los más pequeños, soportaran largas colas de espera. La ocasión la merecía y es que según las previsiones de la Viceconsejería de Festejos, pactado con los feriantes, se aplicaría una reducción en el precio de cada viaje de entre el 30 y el 50 por ciento según el tipo de atracción.
Al reclamo de estos precios, ayer aumentó considerablemente la presencia de pequeños en la zona de cacharritos de la feria, a pesar de que para subir tenían que esperar más de quince minutos. Como en anteriores ediciones algunos padres se quejaron de que aunque efectivamente el precios estaba rebajado, la duración del viaje en algunas atracciones era ligeramente inferior a la de las jornadas anteriores.