La U.D. Melilla no para un momento. Por segunda semana consecutiva los azulinos afrontan siete días de locura, con tres partidos de gran trascendencia, y el machacón estribillo de aquella canción del verano no deja de resonar de boca de Luis Carrión, míster azulino.
El técnico catalán está francamente contento con lo visto el pasado domingo en la victoria (2-1) de su equipo ante el Marbella, pero sabe que no hay espacio a la relajación, pues mañana miércoles afrontan en casa la segunda ronda de la Copa del Rey ante un peligroso C.D. Tudelano. En el seno del club existe cierta querencia a este torneo y nadie en el vestuario desea ya acabar su participación en él.
Los azulinos, además, quieren alargar su buen momento de forma y juego consiguiendo eliminar al conjunto navarro, pero intentarán hacerlo, siempre que se pueda, agradando a su público, que el domingo volvió a vivir una comunión bastante especial con su equipo. La grada se rindió al juego local, valorando muy positivamente el esfuerzo de los futbolistas durante todo el encuentro y, al término del mismo, ovacionando al plantel en su retirada.
La entidad unionista recuerda que la campaña de abonos y socios continúa abierta. Para este encuentro copero los socios de la U.D. Melilla tendrán acceso gratis al campo; mientras que abonados y aficionados en general deberán pasar por taquilla.
Todos a punto, o casi
Por lo pronto, la escuadra entrenada por Luis Miguel Carrión utilizó la mañana de ayer para acometer un entrenamiento regenerativo o compensatorio, como es habitual los días después de partido. En él han participado todos los futbolistas azulinos, incluido Brian Martín, el único que se quedó fuera de la convocatoria ante el Marbella por lesión.
