Y no es de ahora, mirad que nunca me ha gustado el color amarillo y ahora muchos menos, me pasa, por poner un ejemplo, como a Don LUÍS ARAGONÉS (d.e.p.) que cuando fue seleccionador nacional o de la ROJA, le dijo a IKER CASILLAS que anulase el color amarillo de su vestimenta, que era “gafe y le daba yu-yu”. Dicho esto, argumento, que el espacio público, como la propia definición indica, es el espacio de todos. De todos los ciudadanos, independentistas y no independentistas, de todo signo y color: rojo, azul, naranja, morado o amarillo. Otra cosa es, la solapa o pecho de cada uno, nos guste o no.
Con esa invasión en plazas, calles y edificios públicos o incluso particulares, con esos lazos y otras simbologías políticas en muchos de los municipios de Cataluña, se está alterando la convivencia de forma muy preocupante no respetando al resto de ciudadanos catalanes que no comulgan con toda esa inútil parafernalia secesionista. La libertad de expresión es un derecho reconocido constitucionalmente y por los organismos internacionales. Ahora bien, cuando al amparo de ese derecho se cometen excesos que molestan y/o coartan la libertad de una buena parte de esa ciudadanía (yo quiero ir por ejemplo, a una playa sin que me molesten cruces amarillas reduciendo el espacio físico de los veraneantes o circunstanciales asistentes), deja de ser un legítimo derecho convirtiéndose en una imposición torticera e ilegítima.
Dicho esto, me parece patética la actuación de ALBERT RIVERA y su lugarteniente de Ciudadanos en Cataluña, INÉS ARRIMADAS, retirando personalmente lazos de la vía pública, avivando el fuego y provocando situaciones de muchas más tensión social –si cabe- e incluso violentas, con el único objetivo de salir en la foto y evidenciar la confrontación con la otra parte. En mi opinión, si todos los que no comulgamos con esos “atontados” del “procés” ignoráramos todo ese rollo impresentable de los “lazos amarillos aunque se los pongan en los cataplines”, incluidos los medios de comunicación, creo que poco a poco, ellos mismos aflojarían su actuación y ahorrarían en ese “gasto inútil”.
Es lamentable que tengamos que recordar a los responsables públicos, que deben quedar al margen de este tipo de actuaciones y no entrar en el juego de que unos ponen lazos y otros los retiran. Deberían ser el ejemplo a seguir para destensar la cuerda y acabar con este absurdo ignorando a los que buscan enfrentamientos entre todos los catalanes y muy especialmente a esos mandos de la Generalitat que están ahí, porque todos los españoles conjuntamente y mediante una Constitución de TODOS se lo estamos permitiendo y pagando con mucho sacrificio. Es cierto que ese gobierno o govern es el mayor responsable de esa anómala situación, y como bien dice PEDRO SÁNCHEZ, se pueden volver a encontrar con la horma de su zapato de “calibre 155”. Se está produciendo en Cataluña un enfrentamiento que de forma peligrosa está calando cada vez más en la ciudadanía. ¡Esto se tienen que acabar y cuanto antes mejor! Que aúnen esfuerzo todos los partidos constitucionalistas y se dejen de partidismos y demagogias que solo sirven para hacer crecer al “enemigo secesionista”.
Decididamente, no me gusta el color amarillo y muchos menos esos lazos del mismo color chillón que invaden buena parte de Cataluña. La justicia, entendamos, que en un gran porcentaje suele ser justa e independiente y por más lazos y dinero que derrochen, ya juzgarán a esos POLÍTICOS PRESOS que no al revés ¿Entendido?
