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España y Marruecos abordan hoy el cierre de la aduana comercial del paso de Beni-Enzar

Paso fronterizo de Beni-Enzar, cuya aduana comercial lleva 44 días cerrada
(Autor: Guerrero)

El cierre de la aduana comercial de la frontera de Beni-Enzar, cerrada por decisión unilateral de Marruecos desde hace ya 44 días, podría tener hoy novedades. Durante esta jornada de jueves, España y Marruecos abordarán este asunto en una reunión entre la directora del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales del Ministerio de Hacienda y Función Pública, María Pilar Jurado Borrego, y su homólogo marroquí. Además, también durante la jornada de hoy, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, comparecerá a petición propia en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados.

La comisión arrancará a las 16.30 horas, pero no será hasta 30 minutos después cuando el ministro inicie su comparecencia “para informar de la situación en Nicaragua y el estado de situación de la Aduana Comercial en Melilla”, según indica el orden del día de dicho órgano de la Cámara Baja.
Por lo tanto, hoy podría ser un día importante porque el futuro incierto que deja para Melilla el cierre de la aduana podría esclarecerse con esta reunión y la comparecencia del ministro, dada la escasa información que ha ofrecido en el último mes y medio el Gobierno sobre este asunto. Así, lo único que ha dado a conocer públicamente es lo que dijo su delegada en Melilla, Sabrina Moh, al afirmar que se está trabajando “en soluciones reales y factibles desde la discreción y cautela que requiere esta cuestión”, que calificó como un “problema de Estado”.

¿Cómo afectará a los tránsitos?
El cierre de la aduana comercial no está afectando al tránsito habitual de personas y vehículos, pero sí al de los camiones que tratan de cruzar de un país a otro con mercancía documentada, como demuestra el hecho de que nueve bateas españolas cargadas con mercancías lleven bloqueadas en la zona de tierra de nadie desde hace 44 días al encontrarse con que ya no hay una aduana que les permita exportar.
En cambio, las toneladas de mercancías que llevan años saliendo de Melilla hacia Marruecos cargadas a espaldas de miles de porteadores del país vecino siguen haciéndolo con normalidad, sin que se haya apreciado desde el cierre de la aduana ninguna variación, según han informado a MELILLA HOY fuentes policiales.
Ello, a pesar de que este comercio atípico ha estado interrumpido las tres últimas semanas por el calendario festivo marcado por la celebración de la Pascua del Sacrificio y las fiestas patronales de Melilla, un parón que continuó a principios de esta semana por ser festivo en Marruecos, aunque ya ayer esta actividad volvió a la rutina.
¿Podría afectar de alguna manera el cierre de la aduana comercial a este tráfico de mercancías? Por ahora es una incógnita, aunque las fuentes consultadas por este Diario creen que no lo hará, pese a la paradoja que supone adoptar una medida que pone fin a un intercambio comercial legal de hace décadas y, al mismo tiempo, mantener otro considerado alegal.
Las mismas fuentes creen que el problema de la aduana tampoco conllevará cambios en el tránsito habitual que se da en los cuatro pasos fronterizos habilitados entre España y Marruecos en Melilla: Beni-Enzar, Farhana, Barrio Chino y Mariguari, cada uno con su propia idiosincrasia, pero con el denominador común de soportar un intenso trasiego casi todos los días.

Los pasos fronterizos
El paso de Beni-Enzar es el más importante de los cuatro y el único que funciona las 24 horas. También se diferencia del resto por tener la aduana comercial, que hasta el 31 de julio de este año le obligaba a compatibilizar esa actividad comercial con el tránsito habitual de las personas que quieren pasar de un lado a otro, cifrado en 2017 en 12.228.659 de peatones y 2.533.403 vehículos.
Estos datos fueron facilitados en mayo de este año por el anterior Gobierno de Rajoy en una respuesta parlamentaria en el Congreso a una pregunta del PSOE, y que por primera vez suponía cifrar con precisión los tráficos de los pasos fronterizos de Melilla, de los que siempre se había hablado con aproximaciones.
La frontera de Farhana, la segunda en importancia entre Melilla y Marruecos, también compagina, como la de Beni-Enzar, el tráfico peatonal con el rodado, cuantificado en 7.073.180 personas y 2.035.487 vehículos, y esta misma semana ha ampliado su horario de funcionamiento una hora a petición de los empresarios, por lo que ahora funciona de 7.00 a 22.00 horas.
La frontera de Barrio Chino, que tiene el mismo horario que la de Farhana, dedica la mitad del día a los porteadores y es la que más aumentó su tráfico el año pasado, al ser utilizada por 1.563.568 en ambos sentidos, un 11,56% más que en 2016, lo que da una idea del auge del comercio atípico en los últimos tiempos en Melilla.
El cuarto paso fronterizo es el de Mariguari y su papel, en comparación con el de los otros tres, es prácticamente anecdótico, ya que es utilizado de manera exclusiva y excepcional por alumnos marroquíes que pasan a Melilla y lleva cerrado 15 años para el resto del público.
Por ello, este paso fronterizo fue escenario hace un año y medio de protestas de melillenses y marroquíes que viven cerca de esta frontera para que también les permitan a ellos utilizarlo, mientras que el sector empresarial pedía que fuera aprovechado para el tráfico comercial en vez de debatir si se abría una quinta frontera en nuestra ciudad.
Al final, ni una cosa ni la otra, ya que el anhelo del quinto puesto fronterizo nunca se llegó a materializar pese al colapso que, en ocasiones, sufren los tres principales puentes de Melilla con su entorno, que rompen la continuidad de la frontera de alambre entre España y Marruecos, considerada la más desigual del mundo por ser la que registra mayor diferencia de renta per cápita entre países.

Segunda crisis fronteriza en ocho años en Melilla

Entre los cuatro pasos fronterizos que tiene Melilla, que le abren las puertas a su entorno marroquí, suman cada año más de 20 millones de personas y casi cinco millones de vehículos. Cuatro puentes que son un auténtico hervidero de melillenses y marroquíes que tratan de acceder al otro lado de la verja, fundamentalmente por motivos laborales, económicos o sociales, y que constituyen los únicos pasos fronterizos que Europa tiene en África junto con los dos de Ceuta.
Es la conocida como frontera sur de Europa, que tantos ríos de tinta hace correr cuando el enorme trasiego de personas no se ve correspondido con el orden y la agilidad, dos factores fundamentales para evitar que los pasos fronterizos se conviertan en un auténtico embudo y foco de incidentes.
A veces, los problemas trascienden el ámbito regional para convertirse en un conflicto entre los dos países, como ya ocurrió en el verano de 2010, durante la crisis fronteriza que obligó a intervenir al rey Juan Carlos I con una llamada a Mohamed VI.
Ahora, ocho años después, vuelven a surgir problemas entre España y Marruecos por sus fronteras terrestres, en este caso tras la decisión unilateral del país vecino de cerrar la aduana comercial del paso de Beni-Enzar, que lleva inoperativa desde el 1 de agosto después de casi 60 años en funcionamiento, y que deja a ambos países sin aduana en sus fronteras, dado que en Ceuta no hay ninguna.
Esta medida, anunciada por un organismo oficial de Marruecos unos días antes mediante un comunicado en la frontera, preocupa en Melilla por el impacto económico que podría tener para el sector empresarial y la recaudación por los impuestos de importación, y que la Ciudad Autónoma cifra en unos 100 millones de euros anuales.

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Redacción

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