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FÚTBOL - 1ª DIVISIÓN

Borja Garcés tuvo el debut soñado con el Atlético

Borja Garcés recibió la felicitación del Cholo Simeone

El melillense, que había entrado 20 minutos antes, controló un balón que le llegó por sorpresa y lo mandó pegado al palo, el único sitio al que Marko Dmitrovic no llegó en toda la tarde, que más bien fue la hora del aperitivo.

Las instrucciones venían sin dobleces: “Simeone me dijo que luchara todos los balones y me pegara a Diego Costa para coger alguna pelota y enchufarla”. Y vale, la pelota no se le escapó a Costa sino a Griezmann, pero por lo demás Borja Garcés cumplió a rajatabla en su debut con el Atlético de Madrid: cuando la estrella francesa pateó al aire la última ocasión del partido, por detrás estaba el canterano para hacer el empate con los despojos.
El melillense, que había entrado 20 minutos antes, controló un balón que le llegó por sorpresa y lo mandó pegado al palo, el único sitio al que Marko Dmitrovic no llegó en toda la tarde, que más bien fue la hora del aperitivo.
Borja Garcés (Melilla, 1999) solo había entrado en la convocatoria porque Kalinic estaba lesionado y Simeone quiso llevarse al recambio natural del B. Y debutó porque al Atlético se le estaba atragantando el Eibar. O, mejor dicho, Dmitrovic. El problema del Atlético no fueron las ocasiones, que tuvo un buen puñado, sino una cuestión de acierto. El que no tuvieron sus delanteros y el que desbordó el portero serbio. Y a falta de gol -solo había marcado dos en las tres primeras jornadas-, salió el chico. Pero eso lo explica mejor Diego Pablo Simeone: “Borja entró porque el entrenador sabe que tiene gol, que es sagrado en el fútbol”.
Cómo no va a saberlo Simeone si hace tiempo que es habitual en los entrenamientos del primer equipo. Si se lo llevó a Nigeria para jugar el amistoso con el que cerró la pasada campaña y metió el gol del triunfo: un balón al hueco que dejó correr para engancharlo con la diestra y mandarlo a la escuadra. Si lo vio volver con el Juvenil A y marcar en las semifinales y la final de la Copa del Rey para completar el histórico triplete del equipo de Manolo Cano el curso pasado. Bueno, en su caso, podrían contarse cuatro títulos, porque la sanción de la FIFA le obligó a jugar la primera vuelta con el Juvenil Madrileño, también campeón.

Tercera temporada en el Atlético
Garcés, que empezó compaginando el césped con el fútbol sala, entró en la cantera del Atlético en 2016 procedente del C.F. Rusadir. Había destacado en el Campeonato de España de Selecciones Territoriales y el Atlético, que conocía el interés del Málaga, le ofreció una prueba. El chaval aprobó con nota, y a cada nuevo escalón justifica todo ese ruido que ha hecho su nombre en estos dos años. Este verano firmó la renovación hasta 2021 y fue una de las promesas del Juvenil A que se ganó el ascenso al Atlético de Madrid B. Fue el primer premio. El segundo, hacer la pretemporada con el primer equipo.
Simeone sigue muy de cerca la evolución del delantero melillense y ya el año pasado completó algunos entrenamientos de la primera plantilla. El argentino se lo llevó de gira este verano y Garcés volvió a responder con goles: marcó contra el Cagliari y el PSG. Lo sagrado, como dice el Cholo, lo tiene, y así lo volvió a demostrar contra el Eibar.
En la misma semana que debutó con el Atlético de Madrid B, la nueva joya rojiblanca entró en su primera convocatoria de los mayores por la lesión de Kalinic y debutó por la urgencia de marcar contra los guipuzcoanos. Habría sido el debut soñado de no ser porque ese tanto en el minuto 94 solo servía para salvar un punto en el peor arranque liguero de Simeone: cinco puntos en las cuatro primeras jornadas. El cambio en el que salió el chico, por cierto, encontró la desaprobación del Wanda Metropolitano, que silbó cuando vio que el sustituido era Rodrigo, hasta entonces de lo mejor del equipo. «Entiendo que la gente es pasional y no quiera ver salir del campo a uno que está jugando bien, pero yo entreno con ellos todos los días y sabía que el que entraba tenía gol”, respondió el técnico, cuestionado directamente por si le había molestado esa protesta de una parte de la grada. Una protesta que tenía bastante de lógica.

Manolete no pudo contener las lágrimas mientras trabajaba

Manolo, al que se le conoce más como Manolete, y Beli, padres de Borja Garcés, regentan el Bar Aragón. Allí, desde el otro lado de la barra, observaron el encuentro de su hijo, no pudiendo contener las lágrimas por el debut goleador del joven melillense con el Atlético, algo que trascendió a partir de un vídeo publicado en las redes sociales.
“Fallamos alguna ocasión muy clara. Es un debut amargo porque me hubiera gustado ganar”, mantuvo Garcés, que minutos antes de marcar, y tras generar un córner a favor de su equipo, levantó los brazos hacia el público, que reaccionó inmediatamente. Borja aseguraba, como no podía ser de otra manera, que “es bonito marcar, pero con un empate… Me hubiera gustado con una victoria, no estoy muy contento”, confesó.
Certificado el empate Simeone se le abalanzó sobre el campo para felicitarle, y poco después se tomó cumplida venganza por los pitos por el cambio.

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Redacción

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